¿Qué Pasa?

El máximo canto a la Patria

El máximo canto a la Patria

¿Cuán fuerte se estremecen los sentidos y se eriza la piel de un dominicano al escuchar, no importa por cual causa, motivo, ceremonial o circunstancia, el Himno Nacional Dominicano, la máxima pieza patriótica que recuerda en sus doce estrofas y de las que se conocen tan solo las cuatro primeras .-por disposición del dictador Rafael Leonidas Trujillo, supuestamente para no hacer muy largas las ceremonias oficiales pero que en realidad buscaban reducir el mensaje por la libertad y la soberanía que ostensiblemente llevan a quien lo escucha?.

No hay forma de describir la emoción que produce este Himno, con letras del maestro puertoplateño Emilio Prud´homme y música del maestro José Reyes, considerado en más de una oportunidad, como uno de los más hermosos del mundo.

Los primeros himnos

El historiador y general de Brigada (Ejercito de RD) Rafael Leonidas Pérez y Pérez revela que antes del ahora utilizado, el primer himno nacional fue con letra del poeta Félix María Delmonte y música del coronel Juan Bautista Alfonseca.

Un estudio de este oficial historiador indica que este himno de Alfonseca y Delmonte, no se oficializó por las veleidades d la política criolla con Pedro Santana y Buenaventura Báez, como caudillos responsables del l abandono del Himno del 1844.

Hubo un segundo himno, dice Pérez y Pérez, conocido con el nombre de Himno de Capotillo, letra del poeta Manuel Rodríguez Objío, y música del Maestro Ignacio Martí Calderón, tocado por última el 16 de agosto de 1926 con motivo de la Apoteosis del Héroe Epónimo.

Dos himnos

La primera que se tocó el Himno Nacional fue oportunidad para escuchar dos píezas tituladas de esa forma: Himno Nacional Dominicano y ocurrió en un homenaje al vigésimo aniversario de la Restauración Política de la República, el viernes 17 de agosto de 1883 en los salones de la Logia Esperanza, situada entonces en la calle Mercedes No. 4 (local actual de la Fundación Dominicana de Desarrollo).

En esa noche se tocó y cantó por primera vez el Himno de Reyes y de Prud’homme .

EL DATO

Las letras
(conocidas y
no conocidas)

Quisqueyanos valientes, alcemos Nuestro canto con viva emoción, Y del mundo a la faz ostentemos Nuestro invicto, glorioso pendón. ¡Salve! el pueblo que, intrépido y fuerte, ala guerra a morir se lanzó, cuando en bélico reto de muerte sus cadenas de esclavo rompió. Ningún pueblo ser libre merece Si es esclavo, indolente y servil; si en su pecho la llama no crece que templó el heroísmo viril, más Quisqueya la indómita y brava Siempre altiva la frente alzará; Que si fuere mil veces esclava otras tantas ser libre sabrá.

No conocidas

Que si dolo y ardid la expusieron de un intruso señor al desdén, Las Carreras! Beller!… campos fueron que cubiertos de gloria se ven.

Que en la cima de heroico baluarte de los libres el verbo encarnó, donde el genio de Sánchez y Duarte a ser libre o morir enseñó. Y si pudo inconsulto caudillo de esas glorias el brillo empañar, de la guerra se vio en Capotillo La bandera de fuego ondear.

Y el incendio que atónito deja de Castilla al soberbio león, de las playas gloriosas le aleja donde flota el cruzado pendón.

Compatriotas, mostremos erguida nuestra frente, orgullosos de hoy más; que Quisqueya será destruida pero sierva de nuevo, jamás! Que es santuario de amor cada pecho do la patria se siente vivir; y es su escudo invencible, el derecho; y es su lema: ser libre o morir. ¡Libertad! que aún se yergue serena La Victoria en su carro triunfal, Y el clarín de la guerra aún resuena pregonando su gloria inmortal. ¡Libertad! Que los ecos se agiten mientras llenos de nobles ansiedad nuestros campos de gloria repiten Libertad! Libertad! Libertad!

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