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El mayor asesino de la historia

El mayor asesino de la historia

Si alguna vez os habéis preguntado quién es el mayor asesino de la Historia, la respuesta quizá os sorprenda más de lo que imagináis. No es la guerra, no es el hambre, ni siquiera fue Hitler…

Lleva más de 50.000 años actuando. Nada, ni nadie ha matado a tantos seres humanos en toda la Historia como este diminuto insecto, el mosquito anopheles.

Al año más de 400 millones de personas se ven afectadas por la malaria, de las que, entre dos y tres millones mueren a causa de ella.

En África las cifras son todavía más aterradoras: cada 20 segundos un niño muere por la malaria.

La malaria está causada por un parásito que transmiten los mosquitos hembra. Cuando pica, los parásitos en fase de esporozoitos entran mediante la saliva del insecto y se dirigen hacia el hígado.

Una vez allí se multiplican velozmente y finalmente entran en el torrente sanguíneo. Así, millones y millones de infecciones cada año.

Los parásitos de la malaria son cada vez más resistentes a los antiguos medicamentos como la cloroquina. Además, y para agravar aún más la situación, en los países pobres no se dispone de ninguna prueba de diagnóstico de fácil utilización para confirmar si se tiene o no realmente la enfermedad, por lo que mucha gente que no la tiene acaba recibiendo tratamiento, lo que favorece la aparición de resistencias.

Los científicos saben que la mejor manera de reducir el número de muertes por malaria es controlar a los mosquitos portadores de la enfermedad.

Para ello se han estudiado las dos clases de mosquitos más peligrosas de África (Anopheles gambiae).

Ahora un estudio publicado en “Science” pone las cosas aún más complicadas y revela las diferencias genéticas entre ellos “son tales que parecen estar convirtiéndose en especies diferentes”. 

Para los científicos, “los esfuerzos para controlar la población de mosquitos pueden ser efectivos en una de las variedades pero no en la otra”.

Por ello, con respecto a los nuevos métodos para controlar los mosquitos de la malaria, como por ejemplo la creación de insecticidas o el intento de influir en su capacidad de reproducción, “tienen que asegurarse de que sean efectivos en ambas variedades”, declaran los investigadores.

Mara Lawniczak, bióloga y una de las autoras de este estudio afirma: “A partir de nuestros estudios, podemos determinar que los mosquitos evolucionan más rápido de lo que pensábamos y que, desgraciadamente, las estrategias que podrían funcionar contra una de las variedades de mosquito podría no ser efectiva contra la otra.

Es importante identificar y controlar las modificaciones genéticas ocultas en los mosquitos si queremos conseguir controlar la malaria centrándonos en ellos”.

Hasta ahora, en estudios anteriores, solamente se habían encontrado algunas diferencias entre los genomas de las dos variedades de mosquito.

Sin embargo, el nuevo estudio revela que estos dos mosquitos son muy distintos genéticamente, y además están evolucionando tan rápido que podrían considerarse totalmente diferentes, con lo cual, el remedio contra una de ellas no serviría en la otra.

La lucha contra la malaria parece complicarse cada día y por eso son importantes campañas de concienciación como la realizada por la ONG “África Directo” en la que pone las cosas en su sitio y lo avisa claramente…

 Nada ni nadie mata más gente que la malaria. Ni las guerras, ni el desierto, ni los dictadores, ni las bombas…

El Nacional

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