Reportajes Semana

El muro de la frontera

El muro  de la frontera

Mario Bonetti

 

La idea de edificar un muro protector de la frontera no es original del diputado Vinicio Castillo Semán ( tampoco él ha dicho ser el padre de la idea).

Pedro Manuel Casals Victoria, el patriota defensor de la República ido a destiempo, fue quien primero la expuso, y a mí personalmente en mi casa, no recuerdo cuando exactamente pero tuvo que haber sido al final de la década de los años 90 o al principio de la de este siglo ( si mi pésima memoria no me engaña).

En ese entonces Pedro Manuel, Pelegrín Castillo, Chito Henríquez, Miguel Ángel Velázquez Mainardi, y otros eran activistas en aquél grupo que enarbolaba la consigna “Haití es responsabilidad de la comunidad internacional” lidererado por Luis Julián Pérez.

Cualidades valladar

El muro necesario y posible política y financieramente no tiene que ser uno maciso de cemento y varillas en toda su extensión, puede ser , y ello sería más conveniente, una malla ciclónica de alambres extraduros y electrificada montada sobre una zapata de concreto.

Esto aunque permite ver al través, no puede ser saltada ni mucho menos cortada, y que fácilmente se puede mandar a hacer en los EE UU, Europa, Rusia, China, Corea del Sur, Taiwan y también en Cuba, donde resultaría más barata su construcción.

Financiamiento

¿Cómo se financia esa tan necesaria construcción?

Les respondo a los críticos de la idea. ¡Oh! (usando esa interjección tan dominicana) sin coger ni un chele prestado al exterior sino con

a) el futuro ahorro de los más de cinco mil millones de pesos que le cuesta a la República atender clínicamente a las parturientas haitianas que vienen a depositar en territorio dominicano su preciosa carga para regocijo de todo este pueblo que saber agradecer esa deferencia para con nosotros.

b) Con el futuro ahorro de los gastos y las pérdidas que conlleva el cuatrerismo haitiano.

c) Con el futuro ahorro de los dineros que ocasiona el chantaje haitiano contra empresarios dominicanos por parte de los ilegales que les reclaman mendazmente a los empleadores nacionales, so pena de denunciarlos sobre la base de mentiras por ante el Ministerio de Trabajo, liquidaciones por “ varios años de haber laborado en la empresa” cuando en verdad sólo lo hicieron por un par de meses. Claro está que se vulgar chantaje siempre ocurre con la asesoría y el acompañamiento legales de los típicos delincuentes de toga negra, que a veces son peores que los delincuentes de bata blanca.

Todo empresario que haya sufrido ese chantaje y los que están en peligro de sufrirlo harán una contribución “voluntaria” en metálico a los fines de financiar la construcción de la valla.

c) Con el futuro ahorro del valor económico perdido por el desmonte de los bosques a manos de “nuestros hermanos” (! ) con el fin de hacer dinero en Haití vendiendo el carbón que se gana con la tumba y quema de los bosques dominicanos.

d) Con el subsidio que podría aportar el gobierno y que sería una pequeña fracción del monto de lo que se derrocha en el Congreso Nacional en forma de barrilito y de la pérdida de ingresos debido a la liberación de aranceles por los automóviles de lujo y superlujo que importan los congresistas, o sea, los sacrificados y amantes desinteresados de la Patria.

e) Con la suspensión p o r sólo d o s meses de los pagos de los “barrilitos” y de los otros privilegios y prebendas a los congresistas, incluyendo los donativos para la “habichuela con dulce “ y entonces el traslado de esas sumas ahorradas al Fondo Patriótico Pro Valla Defensora de la Frontera.

d) Con los aportes “voluntarios y espontáneos “ cobrados por el gobierno directamente a aquellas empresas que explotan mano de obra esclava o semi-esclava haitiana, en la Línea del Noroeste.

¡Ahí está con creces conseguido el financiamiento de la valla protectora de la República!

Rosario Espinal

La muy competente como ardorosa defensora de la causa indefendible de los haitianos y los haitianófilos que buscan un Estado binacional domínico- haitiano, la doctora Rosario Espinal, ha puesto uno de sus deditos en una de las llagas o lacras de las políticas de los diferentes gobiernos y empresarios dominicanos para con la contratación de la mano de obra semi-esclava haitiana, a saber que “la mayoría de los haitianos han cruzado la frontera con la aprobación explícita o implícita de las autoridades dominicanas.

La mayoría de esos haitianos son empleados por los empresarios dominicanos y por el Gobierno dominicano en el sector agrícola y la construcción. Además, la mayoría de los haitianos hacen los trabajos que los dominicanos no quieren hacer como cortar caña, sembrar arroz y cavar hoyos.

El Nacional

La Voz de Todos