¿Qué Pasa?

El Pera y sus mil recuerdos atesorados

El Pera  y sus mil recuerdos atesorados

A las 7:30 de la mañana, ya Salvador Pérez Martínez (El Pera) me esperaba en la redacción lleno de sonrisas y mil historias que contar en esta entrevista.
Conversador, atinado y satisfecho de sus luchas y logros, este hombre inteligente ha sabido atesorar en sus recuerdos los tiempos buenos y malos por los que pasó a lo largo de su vida. Disfruta cuando los cuenta, y deja claro en cada anécdota que siempre fue una constante el teatro y lo menos importante era dónde lo presentaría.

Es el creador del Teatro Rodante, porque luego de educarse en Bellas Artes y siendo niño vivir siempre en diferentes casas, entendió que quería compartir su arte y llevarlo a la gente, en cualquier ciudad, en cualquier rincón y así lo hizo, presentando sus obras hasta durante la Revolución de Abril. “En ese entonces, Quico Tabar dijo un día que en el país debían hacerse las cosas rodantes, así como hacía yo con el teatro y de ahí surge el término de Teatro Rodante”, cuenta.

Fue así como se acostumbró a compartir lo que sabía con quienes no sabían nada, pero fueron personas con las que aprendió muchas cosas, entre ellas a tomar cualquier objeto en los lugares donde se presentaba y armar así su escenografía con las cosas menos imaginadas.

Entre el teatro que hizo durante su niñez y el profesional, son más de 70 años en las tablas, que El Pera celebra cada día entre una y otra sonrisa.
“Ha sido muy positivo”, dice el ganador del premio de la Fundación Corripio, en el renglón Teatro.

Teatro ligero y teatro puro
El veterano actor no encuentra diferencias entre el llamado teatro ligero y el teatro puro que sube a las tablas dominicanas. Para él solo hay teatro y cuenta que fue de los primeros partidarios de que la gente de la televisión subiera a las tablas.

“De lo que no soy partidario es de las astracanadas, o las moriquetas en el teatro. Hay montajes sin calidad artística y hay que saber que el teatro nació para educar”, dijo.

Ha participado en más de 300 obras, entre las que se le hace difícil elegir las más memorables para él, porque recuerda muchas como de las mejores.
Menciona entre ellas Don Gil de las Calzas verdes, Vamos a contar mentiras, Se busca un hombre honesto, Tribunal de confiscaciones, Vivir es formidable y Vacaciones en el Cielo. Confiesa que se eriza cuando menciona el montaje Vamos a contar mentiras, porque recuerda que fueron más de 20 días de presentaciones y en cada una un gran número de personas se quedaba fuera.

Del cine dice que lo han llamado, pero para hacer papelitos pequeños que trata de hacer lo mejor posible. Evaluando el séptimo arte en el país dice que al igual que en todos los países se comienza haciendo bodrios, como comúnmente se llama a los disparates y después las cosa van cambiando, pero los comienzos son difíciles.

Más apoyo al teatro

En el 2013 Salvador Pérez Martínez reiteró en varios medios de comunicación que pensaba que el teatro sufría de mucha falta de apoyo de las autoridades del Estado. Hoy retomando este tema analiza que esta situación se mantiene hasta cierto límite, pues el ex presidente Leonel Fernández fue dignificando los salarios de los artistas.

El premio

Los Premios Fundación Corripio 2016 eligieron a Pérez Martínez en el renglón Arte, Categoría Actuación Teatral, como ganador por ser maestro de generaciones y difusor del teatro a todos los rincones del país, mediante el Teatro Rodante y por haber encarnado en su trayectoria un universo diverso, profundo, dramático y divertido de personajes.

UN APUNTE

Lawrence

En Lawrence fue ideada una escuela de teatro infantil y, casi a unanimidad, decidieron ponerle su nombre por ser una gloria del teatro. Cuenta que fue recibido por el alcalde y allí estuvieron los senadores, pero luego se enteró de que una persona del país dijo que ella no asistiría porque el actor no es del partido.

El Nacional

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