Al iniciar esta serie de artículos, enfaticé en que el análisis a la inocultable crisis que vive el Partido de la Liberación Dominicana, debía de hacerse sin prejuicios y consciente del impacto negativo que provocaría en nuestra sociedad , el desmoronamiento del que una vez fue llamado: el partido más disciplinado de la República Dominicana. Y como los acontecimientos históricos no ocurren al azar, los dominicanos que todavía nos ocupamos por la suerte del país, nos preguntamos: ¿Y qué ha pasado? ¿ Está realmente corrompido el PLD?.
Aunque parezca un absurdo aparente, el PLD de hoy vive una arritmia histórica, tesis que sostuvo el profesor Juan Bosch, al demostrar, que desde el mismo nacimiento de la República, los dominicanos hicimos todos nuestros proyectos, económicos, políticos y sociales, fundamentados en el desarrollo de una clase burguesa inexistente.
En estos momentos, la arritmia del PLD se manifiesta, en una total desconexión de sus miembros y su entorno y lo peor es, que ese aislamiento, los ha llevado a dejar de estudiar los problemas del país, contribuyendo a la pérdida de la mística de amor al pueblo, legado indiscutible del líder y fundador de ese partido: Juan Bosch .
Afirmar que el PLD es un partido de corruptos es incorrecto. Lo justo es manifestar, que una parte de ese partido se ha corrompido. Y hasta donde sepamos, una parte no es el todo. Ahora bien, para quienes estamos conscientes de la importancia de esa organización política para el sistema de partidos, nos preocupa que muy pocos se hayan atrevido a decir cuál el es verdadero problema de esa entidad política. ¿ Y cuál es el problema que enfrenta el PLD? Pues que hace algunos años, la mayoría de los miembros del partido de la estrella amarilla, dejó de estudiar política.
Recuerdo una vez que Don Juan nos decía a algunos jóvenes de entonces: que él siempre sintió un gran respeto por los miembros del 14 de junio. Eran patriotas y amaban a su pueblo, decía el maestro. Lo lamentable fue que nunca estudiaron socialmente al pueblo dominicano”.
Ironía de la historia. No exagero al afirmar, que cualquier miembro del PLD de hoy, podría creer que Thomas Piketty es un refuerzo de los Leones del Escogido y no me causaría extrañeza, el que algunos aburguesados de hoy, pensaran que Moisés Naím es un nuevo lanzador importado de los Tigres del Licey. Así es, lo que siempre fue el punto fuerte del PLD, hoy es su punto débil. Sin embargo, debemos reconocer que el PLD de hoy cuenta con miles y miles de miembros y simpatizantes que se resisten a que sea enterrado el legado de Bosch.
