Opinión

El PLD de hoy

El PLD de hoy

Ramón Rodríguez

(y x)

Quienes han dado seguimiento a esta serie de artículos son mis más fieles testigos de que he insistido hasta la saciedad en que el Partido de la Liberación Dominicana y sus líderes tienen que hacer conciencia de lo vital que resulta preservar esa entidad política como eje central de nuestra democracia.

He manifestado además, que así como la química y la física, la política también obedece a leyes que nos permiten predecir acontecimientos políticos y sociales de importancia. Es inocultable, que la lucha por el poder que se ha desatado en el partido que fundara Juan Bosch con métodos eficientes para evitar los desatinos de la pequeña burguesía, ha llevado esa organización política al borde de la división.

A pesar de los altos niveles de aceptación del presidente Danilo Medina, pienso que nos esperan momentos difíciles, pues el panorama que se presenta demandará de mucha madurez política para mantener la gobernabilidad.

De hecho, sin haber terminado de contar los votos que le dan cuatro años más al presidente Medina, algunos observadores políticos entienden, que la derrota de Roberto Salcedo en el Distrito Nacional es una clara manifestación de no acomodarle la mesa de ajedrez al expresidente Leonel Fernández, quien ya cuenta con Abel Martínez en Santiago y otros espacios de poder, que le permitirán luchar en mejores condiciones a lo interno. Desde ya podemos pronosticar, que Leonel Fernández será candidato a la presidencia en las elecciones del 2020, lo que no sabemos es con cual organización política.

La lucha interna por los espacios de poder apenas comienza en el partido morado, pero esta vez será de mayores proporciones, pues algunos del entorno de Danilo Medina tratarán de presentarlo nuevamente para el 20, a pesar de las implicaciones y en dado caso, tendrían un ”gallo” dispuesto para enfrentar a Leonel Fernández.

Sólo que ahora, el PLD no estará solo en espectro político y deberá enfrentar una oposición rabiosa, decidida a exigir nuevas reglas de juego: una ley de partidos políticos, reforma de la ley electoral y otras exigencias que envuelven a la junta central electoral y a las altas cortes. En estas condiciones, los discípulos de Don Juan deberán actuar con astucia y prudencia para garantizar la gobernabilidad.

La victoria de David Collado es un serio mensaje a nuestra clase política para que asuma con responsabilidad los desafíos de una sociedad que demanda mejores niveles de vida. Sabemos que es imposible sacar de la política: la intriga, la mentira, la simulación, la traición, la deslealtad, la agitación, el amor al poder, y el amor a la gloria, pero por lo menos, nuestra clase política debe brindarnos la satisfacción de tener una ley de partidos que haga castigar a quienes compran votos y a quienes se prestan a venderlos.

El Nacional

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