Opinión

El PLD de hoy (VI)

El PLD  de hoy (VI)

Hemos planteado de una manera reiterada, que el Partido de la Liberación Dominicana ha hecho uso de un pragmatismo que excede los principios enarbolados por William James, al lograr unificar a casi todos los grupos que se disputan el control de esa entidad política. Ahora bien, no importa cuáles sean los resultados de las elecciones nacionales: el 16 de mayo se iniciará un proceso de revisión profundo que deberá definir el futuro histórico de un instrumento de la democracia, que no ha logrado dar los pasos institucionales para fortalecer el sistema democrático en los niveles esperados y ha preferido ganar elecciones tras elecciones, obviando leyes de la política, que podrían arrebatarle en un abrir y cerrar de ojos los espacios conquistados.

En un proceso electoral, lo usual es que el candidato oficial venda las virtudes de su gobierno. Y de hecho, el gobierno del presidente Danilo Medina tiene cosas positivas que exhibir, pero el hecho de que en la República Dominicana no exista una ley de partidos, es un indicativo de que no andamos bien. Existe una irresponsabilidad compartida de los partidos políticos, pero siendo justos, el PLD ha tenido más oportunidades de brindar a la Nación la tan anhelada ley y no lo ha hecho.

Don Juan Bosch les dejó a sus pupilos todas las herramientas indispensables para evitar los actos bochornosos de corrupción que ha tenido que enfrentar el PLD de hoy. Por más argumentos que puedan esgrimirse: los líderes del partido morado no han obrado de acuerdo a la reciedumbre moral del prócer vegano. Urge pues, recordar a los líderes de la estrella amarilla el profundo sentir de Juan Bosch en torno a la necesidad de sancionar los actos de corrupción.

He aquí el artículo 5 de la constitución del 1963: ” Se declaran delitos contra el pueblo los actos realizados por quienes, para su provecho personal, sustraigan fondos públicos o, prevaliéndose de sus posiciones dentro de los organismos del Estado, sus dependencias o entidades, obtengan ventajas económicas ilícitas. Incurrirán en los mismos delitos las personas que, desde las mismas posiciones, hayan proporcionado deliberadamente ventajas a sus asociados, familiares, allegados, amigos y relacionados. A los convictos de tales delitos les será aplicada, sin perjuicio de otras sanciones previstas por las leyes, la pena de degradación cívica, la cual organizará la ley, además, se les exigirá la restitución de lo ilícitamente apropiado”.

Este artículo de la constitución del 63, expresa la cosmovisión social de Juan Bosch. Y como las cosas no ocurren al azar dentro de los esquemas marxistas, ha llegado el momento de establecer con responsabilidad, que tanto el presidente Leonel Fernández, como el presidente Danilo Medina han tenido una gran cuota de responsabilidad en la degradación del PLD.

El Nacional

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