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El PLD en la mira del imperio

El PLD en la mira del imperio

Parece que el llamado “cuarto de hora” con el que los cibaeños asignamos un proceso biológico o político, le ha llegado al Partido de la Liberación Dominicana (PLD), en este caso, determinado por el imperio unipolar que conduce a empujones el destino de la humanidad, desde su embrión en la administración del presidente James Monroe.

Pocos en República Dominicana (RD) no están enterados de esa decisión del imperio, que no es de hogaño, sino de antaño, y en el último tramo del siglo XX se afincó en el presidente Joaquín Balaguer, cuando en 1996 negó al presidente William Jefferson Clinton (Bill), construir campamentos de haitianos en territorio dominicano, planificando la invasión pacífica y trapera de RD con el propósito de un Estado unificador único.

El presidente Balaguer se opuso firme al conocido Plan Éxodo, que conservo en mis archivos, y el presidente Clinton maniobró para reducirle dos años de poder al último gobernante que preservó la soberanía dominicana, y el que con mayor énfasis dispuso providencias para conservar el medio ambiente y los cada vez más reducidos bosques.

En el primer tramo del siglo XXI, los presidentes George Bush, padre e hijo y Barack Obama, no las tuvieron todas consigo en apoyar a los presidentes Leonel Fernández y Danilo Medina, al primero, por sus osadías plausibles de restaurar las relaciones diplomáticas con Cuba y establecerlas con la Autoridad Nacional Palestina (ANP), por iniciar el maratón deleznable de la corrupción como nunca percibida en 173 años de vida republicana, y final, por desdeñar a las multinacionales de la construcción, optando por las brasileñas Odebretch y Andrade Gutiérrez.

Fueron 17 obras, todas sobrevaluadas, conforme desglosa en un catálogo tétrico el exfiscal del Distrito Nacional, Guillermo Moreno, en su artículo en Diario Libre del día tres de este mes de julio, nauseabundo, que por su amplitud y la brevedad de este espacio, remito al lector.

En la única instancia del imperio que los dos gobernantes del PLD han consensuado, resulta la más peligrosa para nuestro país, consistente en vulnerar la soberanía consintiendo la invasión pacífica gradual de cientos de miles de nacionales haitianos residentes ilegales en territorio dominicano, pasando por la porosa frontera de 391 kilómetros sólo con el requisito de las prebendas por peaje que pagan a los militares, que se enriquecen desde el de menor hasta el de mayor graduación.

Interactúa un rosario de anomias más de gran peligro para la estabilidad política, económica y social de nuestro país que se endosan al PLD, como más de US$1,000 millones de capitalizar a la CDEEE que no ingresaron a la Tesorería Nacional y nadie explica hacia donde fluyeron esos RD$47 mil millones.

Escándalo de estafar con RD$300 millones a Molinos Dominicanos. El programa PEME, pagar o matar, involucró RD$1,000 millones. El affaire de Sund Land involucró US$130 millones no recuperados al Erario.

La edificación del presidio de Higüey fue escalonado varias veces de su presupuesto original, terminando en RD$1,200 millones, cinco veces superior a la construida en Moca. El parqueo de la UASD costó la friolera de RD$1,000 millones, en terrenos propios.

Identificación de anomalías presupuestarias por RD$500 millones en seguro médico a maestros (SEMMA) con sometimientos a 17 turpenes por el desfalco.

Expediente por conocerse en los tribunales del sonado caso de los ocho aviones Tucano adquiridos a la Embraer brasileña, no a la Boeing norteamericana, donde fluyeron US$16.9 millones de coimas.

Sobrevaluación en remodelar el hospital Darío Contreras a cargo de la OISOE con cubicaciones no ejecutadas por RD$4, 557,087 millones.

El caso de solares del Estado a través de CORDE, vendidos a INEPA, asociada a TITULATEC, por RD$80 millones, percibiendo el Estado siete años después RD$15, 200,00.

Los emporios de la lámpara de Aladino, perdón, del ingeniero Diandino Peña Criqué, propietario de 29 empresas, 15 registradas en el exterior y 14 en RD, que acudía a estudiar a la UASD en la cola de una pasola, de Víctor Díaz Rúa y Félix Bautista, testaferros de Leonel Fernández.

Resulta pueril que el PLD no percibiera que el imperio no dispusiese de este prontuario abyecto de graves indelicadezas, de los que debieron tremolar y practicar el discurso y el accionar de la vida pública y privada del acrisolado presidente Juan Bosch.

Es por estas indelicadezas, a las que se suman el incremento como nunca de los crímenes y la delincuencia, el desorden del tránsito vehicular, la súper nómina estatal, y el alpinismo irresponsable de la deuda externa que se traga RD$42 de cada RD$100 recaudados, que el imperio marca con el INRI acusatorio del rechazo al PLD, conforme declaró este cinco de julio a El Caribe el súper histórico dirigente y miembro del sanedrín de 35 tiranosaurios Rex del Comité Político del PLD, Euclides Gutiérrez, que “los norteamericanos no quieren al PLD en el poder”.

Porque presagian una tragedia que han decidido evitar a RD, porque lesiona sus intereses, no porque nos quieren.

EE.UU. no perdona a RD la restauración de las relaciones diplomáticas con Cuba.

Al PLD se le endosan anomias que ponen en peligro la estabilidad política del país.

El Nacional

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