¿Es mucho? ¡Por Dios! Lo único que piden los partidos de oposición es que se escojan a profesionales independientes -que no tengan afinidad a ningún partido político- para representar a los órganos electorales, sin menoscabar en lo absoluto la atribución constitucional del Senado de la República en torno a la designación de los miembros de la Junta Central Electoral.
Ese es un pedido muy preciso y no está sujeto a interpretaciones, como para que algunos senadores aleguen que se pretende despojarles de su derecho. Inclusive hubo uno que acusó a la oposición de procurar un reparto en la JCE, cuando es todo lo contrario. De forma reiterativa se ha expresado no querer un solo miembro en los órganos electorales.
Mientras se desarrollaba el diálogo con la mediación de Agripino Núñez Collado, en un ambiente de aparente “respeto”, los senadores del PLD llevaban como “caña para el ingenio” las entrevistas a los candidatos a la JCE, consignando un supuesto apego al Reglamento del Senado, en un país donde los legisladores oficialistas son los primeros en violar sus propias leyes y supieron, además, reformar la Constitución de la República en un tiempo récord para que Medina permanezca cuatro años más en el poder.
¿Dónde está la moral para estar hablando de reglamentos? ¡Y hay que ver los epítetos que dirigen estos señores a los partidos de oposición! Pero sería poco inteligente detenerse a responderles a senadores que sólo saben ganar con Roberto Rosario. He dicho que es al Comité Político que hay que responderle. Sobre todo a su nuevo jefe, que presume en hacerse el indiferente ante los verdaderos problemas del país.
El Comité Político no se ha reunido para tratar lo inherente a las cortes. Y que nadie espere que el presidente Medina se refiera al tema al menos que se produzca una crisis nacional. Se hacen los locos y para tales fines cogen a los senadores como caballos de troya. Danilo Medina se limpiará las manos como Pilatos y alegará que no se inmiscuye en asuntos de otros poderes.
La posibilidad de que el Senado designe una JCE con imparciales es muy pobre por el temor que tiene el PLD de que una coalición de partidos opositores gane los comicios del 2020. Posiblemente ratifiquen a Roberto Rosario. Sería lo ideal, entre los que se vislumbran, porque la oposición podría interpretar como un logro la selección de cualquier otro sujeto que no haría más que organizar otra farsa electoral a favor del oficialismo.
