Cientos de avivatos, de los barrios del gran Santo Domingo y de las provincias y municipios del país, a diario se ponen un saco y una corbata y crean un movimiento de apoyo a la reelección o, en su defecto, al desacreditado Leonel Fernández. La búsqueda de privilegios se circunscribe al oficialismo, ante el control de todos los resortes del Estado y la oferta de percepción de continuidad.
Pero la percepción de perpetuidad del PLD es circunstancial. El Partido Revolucionario Moderno, pese a ser un proyecto nuevo, ya es el principal de la oposición. Los estudios de opinión, de las firmas de mayor crédito, les otorgan porcentajes que oscilan entre el 23 y el 27%. El PRM está creciendo y seguirá creciendo con el impacto que tendrá su convención del día 26 y la escogencia de su candidato presidencial.
Estimo que para mediados del presente año el PRM tendría porcentajes de aprobación entre el 35 y el 40%. Y una vez conformado el frente opositor (Convergencia por un mejor País), el candidato de la oposición tendría una aceptación superior al 45%, pues sería el inicio del aglutinamiento de todos aquellos dominicanos y dominicanas que abogan por la salida del PLD del poder político.
Percibo que la mayoría de los votantes desaprueban la continuidad del corrompido partido oficialista. La gente está harta de corrupción e impunidad. Es lo que expresan los más diversos sectores de la vida nacional. Y es lo que se observa en las redes sociales, donde no hay aucensura periodística.
La oposición al PLD obtuvo un 47% en la contienda electoral del 2012, a pesar de que Leonel Fernández gastó cientos de miles de millones de pesos del erario en asistencialismo, clientelismo, compra de conciencia, líderes y partidos políticos. Es cierto que parte de ese 47% se halla disperso, pero seguro estoy que el escenario tiende a recomponerse a favor de la oposición.
La historia electoral dominicana revela, salvo contadas excepciones, que las fuerzas políticas tienden a bipolarizarse, sin dejar espacio para una tercera fuerza, porque los dominicanos no sufragan para quedar en tercer lugar. Siempre, casi siempre, el partido oficial encabeza un frente; el otro frente, que esta vez estará encabezado por el PRM, aglutinaría al 99% de los opositores.
