Opinión

El pueblo castigará

El pueblo castigará

Si mal no recuerdo, creo que fue en agosto o septiembre del 1962 cuando mi querida e inolvidable Doña Negra, mi inseparable amigo y familiar Carlos Bienvenido Arias y yo, tuvimos el inmenso privilegio de saludar y oir brevemente en la escuelita hogar de Papolo -en Gualey- al entonces candidato presidencial por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), profesor Juan Bosch.
Esa era la primera visita del líder perredeísta a la indomable fortaleza barrial de la lucha por los derechos democráticos en la combativa Zona Norte del Distritio Nacional.

Estoy más que convencido de que ese encuentro con el respetado profesor Bosch me marcó para que me identificara con el quehacer social y político del país.

Traigo esto a colación por las cosas asqueantes que hoy día estamos presenciando por el mal comportamiento ético de quienes están al frente de los menesteres partidistas en la Repúublica Dominicana y que -supuestamente- eran abanderados de la concepción boschista.

Sólo tenemos que ver al propio presidente de la República, licenciado Danilo Medina, quien -alejándose de todo principio- fue capaz de hacer que su palabra empeñada -hoy- no valga una peseta.

Pero -todavía más- fue capaz de utilizar muy malas artes para engañar a su ex-patrocinador Leonel Fernández, a quien (sin ruborizarse ni un ápice) le dio una estocada mortal cuando trajo a Quirino Ernesto Castillo al país para que lo acusara de supuestas acciones financieras.

Ustedes amigos lectores sólo tienen que imaginarse lo que le haría Medina a cualquier otro dirigente que ose enfrentarlo.
Porque, si esa situación fue con Fernández que era su amigo y fue quien lo impuso en el Palacio Nacional, ?qué suerte le esperaría a alguien extraño?
Con su accionar, el primer mandatario ha enviado claras señales de un dictador en ciernes.

El golpe bajo dado a Leonel, junto a su decisión de engañar al pueblo con mentiras y la utilización de los dineros del Erario para imponer la reelección y comprar a lideres de la oposición, no son buenos atributos para el primer mandatario que hoy día tenemos.

Soy de los que creen que, todos esos movimientos transfuguistas que ahora vemos, son la consecuencia de esos hechos malévolos ejecutados por quien se vendió como un hombre respetuoso de los principios.

Inclusive, me atrevo a decir que -en el hipotético caso de que logre reelegirse- el pueblo dominicano habrá de levantarse en contra del actual estado de cosas.

Tengo la certeza de que una fuerte corriente se alzará para barrer con los políticos que no respetan la moral y la ética.

No hay la menor duda de que -los hombres y mujeres serios del país- lo que esperan es a mayo venidero para estar en contra del desorden entronizado por el Clan Danilista.

El Nacional

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