Opinión

El que tiene boca…

El que tiene boca…

La conveniencia de la reelección es circunstancial, y la política suele ser inconstante. Nadie puede pronosticar lo que puede pasar dentro de dos o tres años.

 Suponemos que el presidente está completamente ocupado en la tarea de restablecer el orden social y los valores arrebatados por la corrupción durante la pasada administración pública. Tiene suficiente con sortear sus inevitables vínculos debe emplear mucha energía y tiempo, Cuando pasemos balance a estos últimos cincuenta años de vida republicana, será necesario hacer un alto en los ocho de Leonel Fernández, del 2004 al 2012.

Nunca antes sociedad alguna de esta región había sido sometida a  gobiernos tan irresponsables como esos dos últimos.  Sería insensato decir que nos complace hacer acopio de algunos datos tan reveladores sobre el gigantesco desastre económico y social acometido en estos períodos, en un país pobre y pequeño como el nuestro. Nos sentimos, más bien,  indignados y dispuestos a evitar que se repita esa situación, extremadamente injusta e insostenible.

Para muestra, basta un botón. La deuda pública total pasó de US$9 mil 400 millones de dólar esa finales del 2004 a US$25 mil millones de dólares a mediados del 2012. La deuda del Banco Central ascendió, de RD$89 mil millones de pesos en el 2004 a RD$267 mil millones de pesos a mediados del 2012.  A pesar mantener un crecimiento sostenido de más de un 6% promedio durante los ocho años pasados, mantenemos los niveles de pobreza, superando apena dos puntos.

Todos los países de la región hicieron grandes avances en este sentido, menos el nuestro. Todo parece indicar esa bonanza, divulgada insistentemente por el Banco Central fue repartida entre dos o tres funcionarios. Asuntos nodales, como este, son los que deben preocupar al mandatario, a ministros y embajadores. Las citas fuera de contexto contribuyen muy poco a este objetivo.

El Nacional

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