Opinión

El reencuentro

El reencuentro

La reciente campaña propagandística contra el ex Presidente Leonel Fernández parece haber cambiado algunas actitudes dentro del Partido de la Liberación Dominicana, cuando tanto el Presidente Danilo Medina como muchos miembros del Comité Político visitaron al primero en su residencia, para ofrecerle su apoyo moral y proclamar la unidad.

En ese encuentro, Fernández y Medina se dieron un abrazo de antología, pues muchos creían que todavía, aunque fuera bajo cuerda, mantenían los resquemores que se arrastraban desde hace varios años, cuando en una Convención el ex Presidente venció al actual incumbente del Palacio Nacional. Entonces, Medina proclamó: “El Estado me venció”.

Pero los acontecimientos demuestran que las aguas han vuelto a su nivel. Contrario a la oposición, los peledeistas siempre han dado muestras de unidad ante un serio peligro de resquebrajamiento, como se intuía podría suceder si esa campaña contra su principal líder continúa. La escueta declaración del ex Presidente, en la que dice que todo sucede porque las encuestas lo dan favorito si se decidiera a ser candidato presidencial, le echa agua a un creciente conato de incendio político en su contra.

Eso es discutible, porque favorito sería, a nuestro juicio, el Presidente Medina, si se decidiera por la reelección.

El abrazo también podría tener otra explicación: el agradecimiento del Presidente a quien le ayudó a llegar al Poder, aún a costa de dejarle un déficit fiscal por el abuso en el uso de recursos públicos para financiar la campaña. Y aún más: al saber el Presidente que no está enredado en las patas de los caballos.

Hay que reconocer la gran habilidad de Leonel al ayudar a Danilo a llegar a la Presidencia, mientras su esposa figuraba como acompañante en la boleta, además de que se había asegurado de prohibir la reelección presidencial y el control del Congreso y otras decisivas instituciones del Estado, como la Judicatura, por ejemplo.

El abrazo entre Leonel y Danilo, más la proclamación de unidad a lo interno del PLD, debería ser analizado profundamente por la oposición, que sigue dividida porque sus líderes quieren llegar a la Presidencia, sin ceder en lo más mínimo para lograr la unidad y eventualmente derrotar al PLD en las elecciones generales previstas para el 2016.

Es muy aventurado adelantar qué sucederá el año que viene, pues como decía Juan Bosch en política hay cosas que se ven y otras que no se ven, que son las más importantes, entre ellas los múltiples problemas que agobian al país, mientras las conversaciones giran en torno a la política, cada quien con sus propias concepciones.

El Nacional

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