Opinión

El terrible incesto

El terrible incesto

Susi Pola

Noticias de incesto de la prensa este año: “Dictan 3 meses prisión preventiva a hombre violó a su hija de 9 años”; “Padrastro habría violado a niñas después de matarlas” y “Juez aplaza medida coerción contra acusado matar a mujer y tres hijos”; “Imponen 3 meses coerción contra hombre abusaba de su hija adolescente”; “Condena 20 años contra hombre que violó a su hija de ocho años”; “Investigan a un funcionario diplomático acusado de incesto, Procurador pide a SCJ designe juez”; “Niña de 11 años violada y embarazada en Santiago, buscan a su padrastro”; “Hombre de 60 años viola hija de 7 en San Juan de la Maguana”.

A estos casos, hay que sumar, “Apresan funcionario Interior y Policía acusado de incesto con hija 13 años”, que alude al otro funcionario de Santiago, en septiembre del año pasado, que enfrenta la querella de otras dos hijas ya mayores de edad, que lo acusan de haber hecho lo mismo con ellas.

Sin hablar de los casos que quedan sin denunciar y que son la inmensa mayoría, porque el incesto es un crimen que genera un impacto familiar de grandes consecuencias, tocando todas sus estructuras, y al miedo a romper el “secreto de familia”, se agrega el que hay al victimario violador, agresor generalmente, y la vergüenza en las víctimas y su entorno respecto a los comentarios de la comunidad, que casi siempre, es despiadada.

Y si el caso se judicializa, vienen las represalias de la familia del padre violador que, contando solo con la versión manipulada del criminal, se vuelve contra la víctima, apoyada en el mítico imaginario favorecedor de la culpa de las mujeres, sin importar que la lesionada, sea una menor y que al momento de la denuncia, ese padre lleve años abusándola, en la mayoría de los casos.

El colectivo masculino dominicano está siendo señalado con aprensión en un momento en que protagoniza un número preocupante de crímenes de género, y el incesto es un delito ligado a este, que atraviesa a la persona, vinculado a la posición del poder masculino sobre las mujeres dentro de un pensamiento patriarcal sumamente disfuncional que hace que el hombre se sienta dueño de todas las que están “bajo su mando”.

El incesto, demasiado frecuente en nuestra sociedad, amerita que se investigue, que los partidos políticos sean cuidadosos con esos militantes premiados como funcionarios y sobre todo, que no los apoyen ni los tapen, como también que se tenga en cuenta para despenalizar el aborto por su causa, ya que no son pocos los casos.

El Nacional

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