Opinión

El toro que sí era

El toro que sí era

Oquendo Medina

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Para beneficio directo del partido morado y desdicha de sus oponentes, parece ser que éstos nunca podrán dar en la diana al momento de expresar sus desaforadas críticas hacia el partido gobernante; críticas que, dicho sea de paso, a ratos lucen aventureras y otras veces irracionales.

Acontece que por la cantidad de años que tienen en el ejercicio de la política la inmensa mayoría de los dirigentes máximos del PRM deberían tener por sabido que en el arte de la política no hay nada escrito. Es decir, que hoy podríamos estar observando un fenómeno, ya sea económico, político o social, y asegurarlo como un hecho cierto e irreversible; sin embargo, las fuerzas internas que lo mueven y lo hacen crecer podrían presentarlo mañana como si fuese todo lo contrario.

Esto viene a colación porque inmediatamente el doctor Leonel Fernández abandonó la presidencia de la república, el sector más radical que en ese entonces tenía el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), encabezado por el archiconocido PPH, partiendo de la falsa creencia de que el presidente del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) sería el hoy candidato presidencial, inició, a todos los niveles, un ataque feroz, cobarde, mordaz, permanente, rayando en lo conocido como campaña sucia, en su contra.

Efectivamente, todo ese andamiaje propagandístico, elaborado con premeditación y alevosía, fue diseñado y puesto en práctica bajo el entendido de que Leonel Fernández sería el seguro candidato presidencial del PLD para los comicios del año 2016.

El Nacional

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