Opinión

El triunfo de Danilo

El triunfo de Danilo

Primeramente, quiero quitarme el sombrero frente al triunfo del reelecto presidente Danilo Medina, quien -otra vez- usó de forma inmisericorde los recursos del Estado.

Y me quito el sombrero porque el nuevo accionista principal de la Corporación Económica de Liberación Particular Dominicana (CELPD) hizo las cosas necesarias para salir con los palmarés en sus manos, a pesar de que se debio indigestar con los escualos podridos que él se tragó y ni siquiera se inmutó.

Rodeado de un magnífico equipo de contingencia, el primer mandatario de la nación fue capaz de orquestar, durante tres años, un extraordinario coro de voces y aprovechar las debilidades financieras e ideológicas de muchos de sus opositores.
De igual modo, pudo prevalecerse de los programas del Estado para arrodillar a nuestras masas pobres en todo el territorio nacional.

Tal como todo el mundo advertía, el uso descarado de los bienes públicos (no el liderazgo que se le atribuye) ha sido el factor que lo ha catapultado a ser otra vez presidente de la República Dominicana.

Por mis recorridos del pasado domingo 15 por los barrios de Gualey, Guachupita, Los Guandules, La Ciénaga, Las Cañitas, ensanches Espaillat, Capotillo y Simón Bolívar, entre otros, puedo decir a todo pulmón que fue por serones y grandes macutos repletos de pesos que se impuso la reelección danilista.

Ya consumado el objetivo inmediato del grupo de Medina, no nos queda otra cosa que hacer conciencia de que el plan de cercenar la democracia en el país se ha anotado una importante victoria.

Está en nuestras manos crear las condiciones necesarias para empoderar a un sector más amplio del pueblo para impedirlo.
Hacer que la derrota sufrida en las urnas se convierta en un estimulo y que nos haga comprender a todos los opuestos a la desaparición de la democracia que debemos aunar nuestras voluntades para que tal cosa no suceda.

El Nacional

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