El uso de las cédulas de identidad, el pasaporte, las tarjetas de seguro médico, e incluso de las huellas digitales como medios idóneos para identificarse, podrían están llegando a su fin gracias a la implementación de tecnología de la identificación individual, el RFID.
Este sistema de identificación que ha empezado a usarse en todo tipo de productos sin importar su clasificación y tecnología ha dado tan buenos resultados que en la actualidad se discute o instrumenta su aplicación en pasaportes, billetes, tarjetas de identificación, tarjetas de crédito, transportes, etc.
RFID es la identificación por radiofrecuencia (por sus siglas en inglés, Radio Frequency Identification), una tecnología de identificación remota e inalámbrica en la cual un dispositivo lector vinculado a un equipo de cómputo, se comunica a través de una antena mediante ondas de radio, para ofrecer todas las informaciones requeridas del portador del artefacto.
Grandes empresas a través del mundo ya usan esta tecnología en aplicaciones de identificación. La empresa Delta está poniendo a prueba la RFID en algunos vuelos, marcando más de 40.000 bolsas de clientes con el fin de reducir la pérdida de equipaje y hacer más fácil a las maletas de ruta sin los clientes cambiar sus planes de vuelo.
Este chip fue creado para optimizar el sistema de identificación de los productos, el cual descansaba en los sistemas de códigos de barras. Aunque inventado en 1969, es sólo ahora es que se hace tecnológica y comercialmente viable, gracias a su bajo costo de producción y a la necesidad de las grandes empresas de manejar una gran cantidad de mercancía con la efectividad de un 99.9 % de su ubicación.
Pero al parecer las cosas no se detienen ahí, ya que se cree que otro destino de este chip podría ser el cuerpo de los humanos.
La Corporación Verichip, el productor de los microchips, los considera como una forma rápida y segura de acceder a información médica de miles de pacientes llevados a salas de emergencia, que estén inconscientes o incapaces de comunicarse debido a su condición médica. También serían insertados en policías, agentes de seguridad, inmigrantes, detenidos e incluso niños, para saber su paradero.
Hace aproximadamente siete años la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estado Unidos (Food and Drug Administration, FDA) concedió autorización para el uso del Verichip, que es un sistema de identificación que utiliza tecnología implantable de identificación con frecuencia de radio RFID.
Dicho sistema consiste en un lector de mano, un microchip aproximadamente del tamaño de un grano de arroz (conteniendo un número único de identificación de 16 dígitos), el cual es implantado en el brazo derecho y a una base de datos. Las personas con este aparatito, estarán siempre localizado en su ubicación. Será como el sistema GPS en personas, pero más eficaz y con más información disponible de su portador.
En Estados Unidos y otros países están actualmente implantando estos microchips a cuerpos de humanos.
También hay conversaciones para sustituir cédulas de identidad y tarjetas de crédito por el Verichip.
Sin embargo, ha habido una amplia oposición a la colocación de estos artefactos pues estos microchips, privarían a las personas de su vida privada.
De instaurase el sistema de verichip como medio de identificación universal, no podríamos predecir las consecuencias positivas o negativas de esta medida, lo que sí es seguro que nuestras vida cambiarían drásticamente y hasta existe la posibilidad de que nuevas enfermedades (virus informáticos) nos afecten.
Caso México
En México fue el primer país donde se usó el Verichip. En el 2004 se le colocó un chip diminuto (menor que un grano de arroz) a 18 agentes de la Procuraduría General República (PGR), supuestamente para identificarlos cuando tienen contacto con documentos confidenciales.
