Opinión

En el monumento

En el monumento

Politiquería
No pensé que fuera tan fácil la victoria de Abel Martínez sobre Monchy Rodríguez. Abel llegó de último a la campaña y barrió a su contrincante interno. Ambos utilizaron métodos parecidos. Invirtieron una millonada. ¿De dónde ha salido tanto dinero?. Para Monchy los resultados del proceso son traumáticos porque duró un trayecto más largo de campaña y debió invertir más.

Abel salió este año. De entrada se evidenció con su salida como pre-candidato que se trataba de la lucha entre los dos grandes sectores del PLD. No hubo que esperar mucho para que se demostrara las afirmaciones expresadas por mí públicamente de que el director de los Comedores Económicos no sería el candidato de esa organización política. Esto lo veía venir pese al avance del danilismo que hoy lo copa casi todo. La lucha por el poder es clara a lo interno del PLD.

Martínez con su aspiración se convirtió en la “piedra en el zapato” para el danilismo. Los Leonelistas le pusieron la soga al cuello. Los teóricos me insistían en que el Palacio no se dejaría vencer. Estas primarias del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) fueron un vivo ejemplo del rumbo de esa organización política. El PLD nació de un desprendimiento del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y con el paso del tiempo el hijo se parece tanto al padre que hasta en lo físico y el comportamiento son idénticos. Víctimas en tiroteos, trompadas, amenazas, dislocamiento de listado de votaciones, personas de otros lugares para votar, son algunos ejemplos de ese parecido.

Convertido en víctima
Abel fue maltratado por muchos, tanto a lo interno como por gente fuera de esa entidad que se cogió ese asunto para ellos. Vi desde el principio que su estrategia fue simple. Aprovechó su buena imagen con una importante dosis de recursos económicos y sumó voluntades de cientos de jóvenes de quienes se hizo acompañar. Se lo comenté varias veces a allegados. “Esa juventud trabajando día y noche, es difícil de vencer”.

Abel estableció unos centros tecnológicos desde donde esos “muchachos y muchachas” mantenían el contacto con las bases peledeístas. Al final del proceso se alejó de los medios y no hizo declaraciones que pudiesen poner en riesgo el posicionamiento logrado. Su adversario en cambio, dio muestras de desesperación mientras sumaba a su alrededor a figuras desgastadas.

Esto fue lo que vi a la distancia. Reconozco que al final creí que el asunto estaba más cerrado tanto así, que le comenté al director de este diario horas antes de las votaciones que veía el asunto muy confuso. La victoria de Abel, es ahora un problema para opositores internos y para los partidos que tienen candidaturas declaradas a la alcaldía.

Unidad

El problema del PLD en el caso de Santiago ahora es cómo recuperarse de la guerra recién vivida. Cómo hacer que se borre de la mente de los electores la muerte a tiros del joven Herasmo Antonio Espinal, seguidor de Abel Martinez. Ese hecho más que político tiene otras características, del bajo mundo. Narcos y políticos juntos, mala combinación.

El asunto no es sólo desafío de los peledeístas. Esto es también una responsabilidad del Jefe de la Policía, la Procuraduría General de la República y de la Fiscalía de Santiago.

El Nacional

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