El PRM y el PRD
No acabo de entender qué les pasa a estas dos organizaciones políticas en Santiago. No terminan de integrar boletas electorales para un proceso que le falta menos 100 días. El Partido Revolucionario Moderno (PRM) tiene semanas dando tumbos para resolver lo de su candidato a senador, pero aún no logra presentar una figura que aglutine y esté dispuesta a invertir en esos propósitos. Lo poco que se sabe en este sentido es que lo anunciarán ante una asamblea de delegados el domingo. Pero mientras lo hacen, el tiempo le corre de forma sentenciosa. Están atrapados entre el empresario Rubén Reynoso, el ingeniero Iván Hernández Guzmán y el doctor Plutarco Arias.
Pero aparte de eso hay confrontaciones entre dirigentes que no se comen un caramelo junto. Esto ha preocupado a sus aliados del Partido Reformistas Social Cristiano (PRSC) pues entienden que la tardanza en la integración a la campaña podría afectar a su candidato a la alcaldía, José Enrique Sued. Ya habría que ver qué tan cierto es eso de que su boleta será oficializada el próximo fin de semana. Los resabios están al rojo vivo.
Pero estos conflictos alcanzan por igual a los de la acera de enfrente, sus antiguos compañeros del Partido Revolucionario (PRD), ahora un enllave del partido gobernante, pero no en Santiago. Esa alianza del PRD y PLD parece no tener vida en este municipio donde insisten los del PRD que Gilberto Serulle sea su candidato a alcalde, pese a que saben que por su mala gestión al frente de la alcaldía no tiene la más mínima oportunidad de repetir al frente del ayuntamiento. Eso que pasa aquí entre esos partidos es el reflejo de lo que sucede en el país, pero lo de esta ciudad no lo entiende nadie.
Carreras clandestinas
Las carreras de motocicletas de manera clandestina alcanzan hasta los doscientos y trescientos mil pesos por evento para el ganador. Esto expone a un grave peligro a decenas de jovencitos que hacen cualquier cosa para alcanzar elevadas sumas de dinero. Tan peligroso se ha vuelto el asunto, que recientemente se reportó la muerte de un muchacho que se presentó a la residencia de otro, en compañía de varios jóvenes a cobrar lo que presuntamente se había ganado en una carrera en la autopista Duarte.
Casi todos sabemos de esto, pero nadie le pone atención a un tema que no solamente pone en peligro la vida de ellos, sino también a personas que se desplazan en las autopistas y carreteras donde hacen esto. Pero también están otros casos de carreras que ha llevado a decenas al hospital regional José María Cabral y Báez, pero nadie le pone atención a un asunto tan delicado. La autoridad Metropolitana del Transporte (AMET) y la Policía o se hacen los chivos locos o son cómplices de esas carreras. Duele saber que hay familias que hoy tienen sus hijos postrados por accidentes en estas peligrosas carreras de muerte.
Ordenado Carnaval
El carnaval popular de Santiago tiene más orden que nunca. En sus dos primeras entregas o calentamientos, ha sido notable el esfuerzo de autoridades policiales y organizadores por hacer que el evento resulte atractivo para los participantes. Este es un buen ejemplo de que se puede recuperar el orden perdido. Hay que resaltar esto para que en las fechas restantes siga primando el buen orden. Solo falta que mejoren las presentaciones de las transmisiones por televisión.
