Opinión

En el monumento

En el monumento

Santiago corre
Tres mil caminantes y mil quinientos corredores se unieron por una noble causa el pasado fin de semana. Santiago Corre, a favor de la Fundación Vanessa, fue una pizca de optimismo para una sociedad que procura mayor seguridad y más equidad. Este maratón nos unió. No se levantó una sola bandera o un afiche de un político (qué alivio). Estuvimos ahí y vimos a tantas familias, jóvenes y gente pública dando sus testimonios que muestran que nos queda espacio para vivir organizadamente. Hay que exhortar a que los organizadores sigan adelante, porque no sólo fue llegar a la meta tras el recorrido, es que hay ejemplos que son verdaderos símbolos que levantan el ánimo y crean la esperanza de la otra sociedad que no se deja vencer ante las preocupaciones y la inseguridad que nos afectan.

Vi con alegría a un niño de cinco años que acompañaba a su madre embarazada durante la caminata. Ese gesto me hizo reafirmar una carga esperanzadora de orgullo nacional de que “sí se puede”, los malos no van a vencer.

Este símbolo de Santiago corre por todos los senderos del país como un grito de que las actividades delictivas y violentas deben recibir una respuesta contundente de las autoridades para que no tengamos que recordar más, que la Fundación Vanessa es un homenaje a la joven Ramírez Fañas, una víctima de quienes pretenden hacernos vivir temerosos e inseguros.

Brewster versus

Cocodrilo
El embajador de Estados Unidos en República Dominicana, James Brewster, ha estado en medio de una verdadera tormenta. Las defensas y las críticas van y vienen y todo luego de una comparecencia suya en el Colegio Iberia donde conversó con estudiantes de ese centro educativa de gente de clase media acomodada. Hay quienes han lanzado todo tipo de dardos a Brewster, pero justo es señalar que también consiguió en Santiago defensores de sus actividades diplomáticas. Brewster en sus vientos huracanados de su gestión pasó por las mordaces críticas del conductor de televisión Nelson Javier (Cocodrilo) quien lanzó fuertes críticas a su presencia en ese centro educativo.

Sus palabras fueron calificadas como vulgares y soez lenguaje, por la Comisión Nacional de Espectáculos Públicos y Radiofonía, que le impone sanción de 15 días fuera de los medios electrónicos. Nelson se equivocó en sus expresiones, como les ha sucedido a otros. Pero utilizarlo a él para un escarmiento muestra que hay funcionarios públicos que aplican la ley de manera selectiva. Nelson Javier debe pagar por lo que dice o habla, pero no me parece justo que sea sólo a él. Las penalidades deben ser dirigidas contra todos los que mal utilicen el lenguaje para denigrar personas e instituciones.

El Nacional

La Voz de Todos