Mercado
Desde esta columna fui el primero en advertir sobre el crecimiento desordenado del mercado de pulgas del sector Pueblo Nuevo. Con el paso de los años y ante la variedad de artículos usados ese intercambio comercial realizado los jueves se hizo cada vez más famoso. Cientos de cibaeños acuden a él para abastecerse de una gran cantidad de productos. De repente haitianos y dominicanas fueron copando las aceras de las calles J. Armando Bermúdez, 16 de Septiembre y 30 de Marzo, entre otras.
Por esas y otras vías se hacía casi imposible transitar en vehículos. El crecimiento se volvió caótico. De esa actividad se beneficiaban dominicanos y haitianos que también preocupados vieron cómo crecieron actividades delictivas.
No fueron pocos los asaltados o robados en los días de la feria. Los vecinos de Pueblo Nuevo y de otros barrios mantuvieron permanente su queja contra este negocio callejero. Lo más dramático fue la decisión de la pasada gestión municipal de cobrar impuestos a todos los vendedores que ponían un puesto de ventas en las aceras.
Ellos denominan eso como su pago de impuestos. Eso le dio un derecho. O sea la autoridad legalizaba el desorden. Ante la decisión de las nuevas autoridades municipales de disponer su cierre temporal los comentarios no se han hecho esperar. Es que la medida de la alcaldía ha sido calificada de valiente, necesaria y prudente.
Ahora falta que el alcalde tenga una propuesta para los que viven de ese comercio, dónde realizar su actividad. Son alrededor de dos mil vendedores y otros vinculados a este negocio.
Aunque hemos apoyado la decisión municipal abogamos por una salida a la problemática. Ya en 1994 el entonces síndico Monchy Fadul había decidido sacar a los vendedores informales de las aceras de la calle El Sol. A estos se les ofreció una plaza en la intersección de la calle 30 de Marzo y Hermanas Mirabal.
Los vendedores se opusieron, aunque finalmente aceptaron la propuesta, pero no todos ocuparon aquel espacio y las aceras de esas y otras calles volvieron a ser copadas por estos. Varias entidades empresariales han manifestado su apoyo al cierre temporal del mercado.
Nosotros apoyamos la medida, pero buscándole una salida al drama que representa esa suspensión a los que se dedicaron por largo tiempo a la comercialización de productos.
La crisis de la TV
Varios programas de la televisión de Santiago podrían quedar fuera de la plantilla de ofertas de los canales de TV de aquí. Durante tres semanas hemos dado cuenta del grito de productores y propietarios de esos medios que se quejan por la falta de apoyo publicitario.
Más de tres semanas tienen analizando la situación los de Medios Unidos del Cibao (MUCI), pero ninguno de ellos quiere referirse públicamente al tema, aunque admiten que están en sesión permanente buscando salidas de manera conjunta a un problema que amenaza con el cierre a algunos canales.
