Actualidad

En el país persiste desigualdad géner

En el país persiste desigualdad géner

Pese que República Dominicana ha mejorado su Índice de Desarrollo Humano persisten limitaciones que impiden que segmentos de la población, como las mujeres, se beneficien de los frutos de ese crecimiento.

Esa conclusión se desprende del Informe sobre Desarrollo Humano 2016 que presentó ayer el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y cuyos resultados para el país los dio a conocer esta mañana la representante residente de esa agencia en el país, Luciana Mermet.

La oficial de la Unidad de Desarrollo Sostenible, Melisa Bretón, aseguró que para optimizar el Desarrollo Humano y fomentar la sostenibilidad del crecimiento en el país es necesario eliminar desigualdades en áreas como distribución de ingresos, participación económica de la mujer, salud sexual y reproductiva, embarazo adolescente y oportunidades de trabajo decente.

El documento indica que República Dominicana sigue calificándose como una nación con Índice de Desarrollo alta, ya que está en el puesto 99 de 188 países y mejoró dos posiciones con relación al informe de 2015, no obstante la desigualdad de género muestra resultados preocupantes.

“De acuerdo al Índice de Desigualdad de Género el potencial de desarrollo humano del país se reduce en un 47 por ciento, por las desigualdades que enfrentan la mujeres”, puntualizó Mermet.

También República Dominicana tiene un desempeño muy por debajo de los países de Desarrollo Humano Medio en cuanto a mortalidad materna y fecundidad en adolescentes.

Mermet explicó que el informe, “Desarrollo humano para todas las personas”, se basa en el principio de la Agenda 2030 de no dejar a nadie atrás.

Puntualizó que en República Dominicana las mujeres son más pobres que los hombres, están más excluidas del mercado laboral y encuentran más barreras para acceder a servicios.

Recomendaciones

El PNUD recomendó la reorientación de las políticas que permitan un crecimiento inclusivo sustentado en cuatro pilares: formulación de una estrategia de crecimiento impulsado por el empleo, el fomento de la inclusión financiera, la inversión en las prioridades de desarrollo humano e intervenciones multidimensionales de amplia repercusión.

Para aumentar las oportunidades de las mujeres sugieren apoyarlas para realizar estudios superiores y establecer modalidades flexibles de trabajo, aumentar las opciones de cuidado de los infantes como guarderías, actividades extracurriculares y residencias de ancianos.

“Si todas las niñas de los países en desarrollo terminasen la educación secundaria, la tasa de mortalidad en menores de cinco años se reduciría a la mitad”, puntualiza el documento.