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EN GOBIERNOS DEL PLD

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Deuda externa de RD
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En 1892 el presidente Ulises Heureaux, el terrible, corrupto, sanguinario, y el gobernante más comprometedor del endeudamiento público que conoce la historia, superado hoy con creces por los gobiernos del Partido de la Liberación Dominicana de los presidentes Leonel Fernández y Danilo Medina, suscribió un empréstito con Westendorp & Co, para saldar el compromiso con Harmont, culminando con su traspaso a los tenedores de bonos de Nueva York en la firma Santo Domingo Improvement, que sirvió de pretexto a Estados Unidos para intervenirnos militarmente por primera vez en 1916.
El compromiso con Harmont fue suscrito el 23 de marzo de 1893, para saldar el de Westendorp de octubre de 1888 por 770 mil libras esterlinas al 6% de interés anual por 30 años que Harmont reclamó por 142, 860 libras esterlinas sin honrar.
Ese año 1893 el presidente Heureaux tramitó otro irresponsable empréstito con Harmont con los tenedores de bonos de la Santo Domingo Improvement por US$250 mil y 2,035,000 libras esterlinas que representaron 17 millones de dólares en total, incautando el prestamista las aduanas como garantía de pago y renegociación del compromiso.
Al despuntar el siglo XX, el país adeudaba a la Santo Domingo Improvement Co. 23,957,089 dólares, y la deuda interna era de 10,628 dólares, grimoso legado del déspota puertoplateño.
El generalísimo Rafael Leónidas Trujillo canceló la deuda externa mediante el Tratado Trujillo-Hull firmado con el secretario de Estado de Estados Unidos, Cordel Hull, por US$14.8 millones, el primero de octubre de 1947, finiquitando el calvario de la deuda externa, empero, cuando cae abatido en un charco de sangre el 30 de mayo de 1961, la deuda externa contraída por él era de US$14.8 millones, ocho millones de dólares más que la cancelada.
El presidente del Consejo de Estado formado en enero 1962, Rafael Bonnelly , contrajo compromisos externos en 13 meses de ejercicio en que organizó las elecciones del 20 de diciembre de 1962, por US$37.30 millones o US$23 millones, un exceso injustificable por el breve tiempo, además de haber recibido US$22 millones por concepto de valores de azúcar retenidos por el presidente John F. Kennedy al generalísimo Trujillo, como parte de las sanciones impuestas en la Conferencia de Cancilleres en San José de Costa Rica en 1960 por el atentado que Trujillo dispuso para asesinar el presidente Rómulo Betancourt.
El presidente Juan Bosch contrajo compromisos en siete meses de ejercicio por US$125 millones o US$98 millones más, nada admirable, y el presidente Joaquín Balaguer, el estadista que es menester más admirar por su prudencia de endeudar al país, contrajo compromisos en el período 1966-78 por US$987.4 millones.
El presidente Joaquín Balaguer fue un pertinaz reacio a endeudar al país, una de sus más refulgentes preseas, unidas a su pasión constructiva de grandes infraestructuras de obras con recursos propios, y su defensa del patrimonio forestal, como ningún gobernante en la historia nacional, ejemplos que sus sucesores no han honrado.
El presidente Antonio Guzmán suscribió compromisos externos por US$l,647.5 millones, una admirable prudencia de endeudarnos, y el presidente Salvador Jorge Blanco contrajo compromisos externos por US$3,341.5 millones para un total entregado al presidente Balaguer en 1986 de US$6,585.0 millones.
El presidente Hipólito Mejía contrajo compromisos, entregando al presidente Leonel Fernández la deuda pública por US$3,807.3 millones, manejándola con notable prudencia en su primera administración, reduciéndola en US$563.8 millones, entregándola al presidente Hipólito Mejía por US$3,243.5 millones, que el presidente Mejía encaramó a US$6,585.0 millones o US$3,341.5 millones más, uno de sus grandes cuestionamientos.
En 2012 el presidente Fernández entregó la deuda externa al presidente Danilo Medina en US$19, 463.2 millones o US$2,989.2 millones más, y a diciembre 2013 el presidente Medina subió la deuda externa en US$23,203.7 millones o US$3,740.5 millones más.
Al término de su primer mandato 2012-16, el presidente Medina subió la deuda externa en USS$11,593 millones más, situándola en un peligroso e irresponsable monto de US$34,102.7 millones, un 48 % del PIB, al concluir el año 2016, demostración evidente de la absoluta ausencia de criterio de administrar el poder, muy entendible en un campesino del sur profundo a quien los votantes escogimos, el suscrito se sumó, para pautar el destino nacional y arbitrar más de RD$600 mil millones del Presupuesto Nacional.

El Nacional

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