CIUDAD DE GUATEMALA, (AP).- Organizaciones defensoras de los derechos de niños y niñas mostraron su satisfacción por la decisión del Congreso guatemalteco de modificar sus leyes y prohibir el matrimonio de menores de edad.
Mediante un decreto legislativo, el Congreso modificó la tarde del jueves el Código Civil que permitía a jueces autorizar los enlaces matrimoniales entre adultos y menores de edad a partir de los 16 años. También el jueves, la Asamblea Legislativa de El Salvador aprobó la misma prohibición en el país centroamericano.
Tras la decisión, el Congreso de Guatemala estableció un plazo de un mes para que dicho cambio entre en vigencia y comience la capacitación de operadores de justicia y la generación de programas de prevención para el tema.
Leonel Dubón, director de Refugio para la Niñez, un lugar que acoge a niños que han sido víctimas de maltrato, dijo el viernes a The Associated Press sentirse contento por la decisión
“Estamos satisfechos. Los cambios contribuyen a cambiar la mentalidad machista que toma como objetos a las niñas”, acotó. “Existe un patrón cultural que permite entregar a niñas a mayores de edad. Se les sigue viendo a las niñas como objetos de placer y no sujetas de derechos”.
Según Dubón este tipo de situaciones ocurren a nivel nacional, especialmente por la trata de personas y contra niñas. “Hemos detectado casos con una gran brecha entre matrimonios de niñas de 16 años con adultos de entre 40 y 50 años”, dijo
Susy Eiyadeh, asesora de Plan Internacional, una organización que participó en la discusión de los cambios a la ley, dijo a la AP que entre 2015 y 2017 hubo registros “legales” de más de 2.200 matrimonios entre niñas y adultos. “Estamos contentas de la decisión, estamos cambiando patrones de pensamiento y dando oportunidad a niñas para que no se les vulneren sus derechos”, dijo, y agregó que con estos cambios también se pone en evidencia el tema de la violencia que existe hacia las mujeres en Guatemala.
“Tenemos casos donde hombres mayores buscan de esposas a niñas-adolescentes y eso es una vergüenza”, aseguró Eiyadeh.
