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En Haití carestía, corrupción, manifestaciones callejeras contra el presidente  

En Haití carestía, corrupción, manifestaciones callejeras contra el presidente  

PUERTO PRÍNCIPE, 18 Oct 2012 (AFP) – Menos de dieciocho meses después de haber llegado al poder, el presidente de Haití, Michel Martelly, se enfrenta a un importante movimiento de protesta en un país que todavía lucha para superar las consecuencias devastadoras del terremoto de 2010.

Los manifestantes, que han marchado de manera constante durante tres semanas por las grandes ciudades del país, primero se pronunciaron en contra de un aumento abrupto de los precios de los productos de primera necesidad. Desde entonces fueron reunidos por fuerzas políticas hostiles al régimen, acusado de “querer instalar un poder dinástico y dictatorial”.

“El gobierno tiene que repensar su política. Hay una falta de previsión, planificación y cordinación en las decisiones del Estado que pueden dar lugar a conflictos y al pedido de renuncia del presidente”, dijo el profesor de derecho Fritzo Canton.

Además de la insatisfacción popular por las promesas electorales que se consideran “incumplidas”, los manifestantes acusan a las autoridades de gastos suntuosos como la adquisición de vehículos de lujo y la realización de viajes improductivos.

Reunidos en congreso en Cabo Haitiano, la segunda ciudad del país, la oposición y la sociedad civil denunciaron el miércoles una “acentuación de la vulnerabilidad en casi todos los estratos de la sociedad, que sigue en un ambiente de deriva institucional”.

“Derecho democrático a exigir el fin anticipado del mandato”

Al mismo tiempo, miles de personas marcharon por las calles para reclamar medidas contra el encarecimiento de la vida y exigir la renuncia del presidente Martelly.

Si la popularidad del excantante adorado por los jóvenes de los barrios pobres que lo llevaron al poder en 2011 se ha visto visiblemente afectada en los últimos meses, la comunidad internacional recuerda que Michel Martelly fue elegido para un mandato que finaliza en el año 2016.

“Si alguien quiere que el presidente se vaya, creo que lo mejor es preparar un buen candidato para las elecciones de 2016”, dijo a manera de advertencia el representante en Haití del secretario general de Naciones Unidas, el chileno Mariano Fernández.

Pero los partidarios de la oposición no lo entienden de esta manera y estiman que el pueblo haitiano tiene “el derecho democrático de exigir soberana y pacíficamente el fin anticipado del mandato de cinco años confiado a un presidente que se aparta de las reglas democráticas”.

Sin embargo, el historiador y constitucionalista George Michel no considera que las manifestaciones puedan derrocar al presidente: “Martelly aún tiene cierta popularidad, pero él mismo provocó crisis que van a envenenar el resto de su mandato”, consideró.

Michel, quien estuvo cercano al gobierno durante un tiempo, acusó al presidente de “querer controlar al aparato electoral como todos los otros que lo precedieron”.

En las manifestaciones, detrás de las consignas contra la inamovilidad del poder, el costo de la vida y la corrupción, aparece otra fuente de frustración: las próximas elecciones legislativas parciales y locales están bajo la égida de una institución, el Consejo Electoral Permanente, que es cuestionado por la oposición porque entiende que está en manos del poder.

 

El Nacional

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