En menos de un mes han fallecido cuatro niños por leptospirosis, lo que ha motivado el aislamiento del área del hospital infantil Arturo Grullón, de Santiago, donde son atendidos otros pacientes para evitar que personal médico se contagie con la enfermedad.
La leptospirosis se contrae, generalmente después de temporada de lluvias e inundaciones, por contacto directo con orinas o tejidos de animales, especialmente ratas. Entre sus síntomas figuran fiebre, diarrea, vómito e insuficiencia renal.
Llama la atención que en un solo hospital se reporte la muerte de cuatro niños a causa de ese contagio y que otros cuatro menores requirieron internamiento por el mismo mal, todos de familias residentes en comunidades de la línea noroeste, zona norte y nordeste.
La doctora Rosa María Morel, directora del hospital Arturo Grullón, ha dicho que ese centro asistencial se ha preparado para recibir también pacientes afectados por cólera, dengue, chikungunya y otros males que podrían propagarse a causa de las lluvias y desbordamientos.
El Ministerio de Salud Pública ha debido emprender de inmediato una amplia e intensa campaña epidemiológica contra la leptospirosis y otras bacterias y virus, que debería empezar por clorificar las fuentes de agua, vigilar el comportamiento de pacientes con estados febriles y vacunar a poblaciones.
La muerte de esos cuatro niños por leptospirosis constituye una mala señal de un posible agravamiento del cuadro epidemiológico postlluvias, en caso de que las autoridades de Salud Publica incurran en algún descuido o inobservancia en el obligatorio proceso de impedir la ocurrencia de brotes o epidemias.
El Metro
Un reportaje del matutino El Día refiere que se deteriora la calidad del servicio que presta cada día a miles de usuarios, lo que se atribuye a la aguda crisis económica que padece ese sistema de transporte, que impide a sus autoridades reparar las máquinas de recargar los boletos de viajeros.
El Gobierno no debería permitir que se desplome el Metro, que ha sido como misa de salvación para miles de ciudadanos que se transportan diariamente en forma rápida, cómoda y segura. Por el contrario, las autoridades deben proveer los recursos necesarios para la ampliación de ese moderno servicio.
