Opinión

¿En qué estamos, Celso?

¿En qué estamos, Celso?

Yo creo que el presidente Leonel Fernández de antemano sabía a qué se atenía cuando decidió designar a Celso Marranzini como Vicepresidente Ejecutivo de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales.

A mí no me sorprende ninguna de sus declaraciones, todas comprometidas con el sector social y económico a que él pertenece. Es más, si no lo hiciera así, se convertiría en un traidor de su clase.

Celso Marranzini, siempre va a estar de acuerdo con el aumento de la tarifa eléctrica en contra de los consumidores y usuarios. Señores, es  cuestión de clase, y eso lo sabía el mundo entero.

¿Quién no sabía, acaso, que Celso Marranzini jamás iba a estar de acuerdo con la persecución a los consumidores y usuarios del servicio eléctrico, tan pronto dejaran de pagar la electricidad?

¿A quién se le podía ocurrir, que nunca jamás Celso Marranzini iba a autorizar la devolución de un solo centavo a favor de ninguno de los consumidores (Art. 112, Ley General de electricidad No. 125-01),  a quienes se les exige pagar por una electricidad que no reciben?

Celso Marranzini, va a dejar las cosas iguales o peores que como las encontró. La voluntad política de buscar electricidad alternativa en nuestro país está muy lejos de encontrarse con la realidad.

¡Carajo! ¿Por qué los gobiernos no se ocupan de las hidroeléctricas y del aprovechamiento de la energía solar?

El contrato es una convención, que solamente obliga a las partes contratantes. A nadie más.

Yo quiero que las distribuidoras de electricidad y la CDEEE le expliquen al país, por qué los apagones colectivos a barrios enteros, la mayoría de ellos en nada tienen que ver con los contratos.

El Nacional

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