Opinión

¿En qué somos buenos?

¿En qué somos buenos?

Suponemos que aunque el profesor Juan Bosch hubiese sabido de deportes al igual que de estructuras partidarias, aun así jamás habría imaginado que debido al serial de corrupción y vandalismo de los funcionarios del partido gobernante que él fundó, hoy, en el exterior, daríamos la impresión de que sólo somos buenos en el béisbol de Grandes Ligas.

Pero además, también entendemos que el genio político de Bosch -para nosotros no en lo pragmático- aunque haya expuesto sobre nuestras clases en su libro Composición Social Dominicana, y fundado dos partidos; el Revolucionario Dominicano (PRD) y el de la Liberación Dominicana (PLD), no conoció la sicología político-partidaria de los dominicanos, específicamente de los que han emprendidos políticas públicas.

Armado con esa herramienta, jamás habría dicho en el 1982 sobre del PLD, lo que sigue: “no habrá un peledeísta que abuse de su autoridad en perjuicio de un dominicano; no habrá un peledeísta que oculte al país un hecho incorrecto o sucio o inmoral”. O el desaparecido profesor Bosch era un iluso, o quedó entrampado políticamente, incluso, por individuos que carecían de trayectoria política.

Si Bosch hubiese tenido esa visión de seguro habría dado por hecho que, ante la presente escalada de corrupción, un dirigente prepararía el litoral de la justicia para los no ha lugar, y beneficiar a sus corruptos acólitos. Y hasta sobre lo insólito de que un peledeísta mate a otro por intereses políticos, o viole sexualmente a una menor.

De haber olfateado lo que nos esperaba sabría por qué somos buenos en béisbol.

El Nacional

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