Opinión

En su primer año

En su primer año

El 16 de este mes de agosto el gobierno del presidente Danilo Medina cumplirá su primer año de ejercicio. Si se pasa balance, todo indica que los vientos soplan a su favor, al haber hecho cosas que nunca se habían hecho, aunque todavía le falta mucho para corregir lo que está mal, comenzando por sacar de su lado figuras severamente cuestionadas en su ejercicio público.

El presidente Medina se diferencia  mucho de sus antecesores, dando muestras de una humildad poco común y  gran austeridad, con una real preocupación por los sectores más carenciados del pueblo. Habría que ser muy detallista para enumerar en tan breve espacio cada uno de sus logros, que son muchos. Sin embargo, podemos citar tres fundamentales: la asignación del  reclamado 4% del PIB para la educación; la renegociación del contrato con la minera canadiense Barrick Gold encaminada a mejorar los ingresos del Estado,  y el Plan Nacional de Alfabetización, que pretende sacar de la ignorancia a más de 800 mil dominicanos que solo saben firmar con una cruz, en lugar de consignar su nombre.

En una ocasión dijimos que, en cierta forma, el presidente Medina está cumpliendo varios puntos del Programa Mínimo de Liberación que trajeron los gloriosos expedicionarios contra el tirano Trujillo, los días 14 y 20 de Junio de 1959.

Ha sido una tradición de hace muchos años, que el país nunca ha tenido satisfecha la demanda de energía y ahora, con los altos precios del petróleo, se hará mucho más difícil solucionar el problema eléctrico. Esto obliga al gobierno a recurrir a otras fuentes alternativas, como las hidroeléctricas, la solar y la eólica, aunque a mediano plazo se comience con plantas de carbón.

No obstante las dificultades, los números relativos a la economía reflejan una mejoría y cierto optimismo. Con las medidas de austeridad y racionalidad en el gasto público decididas por el gobierno, todo apunta a que el futuro económico del país no es tan malo como algunos auguran, aunque en el campo político es necesario modificar la Constitución para crear la Asamblea Constituyente, mediante la cual el pueblo soberano pueda decidir sobre las cosas que realmente le interesan.

Entendemos que esto es indispensable para garantizar la paz social y se pueda cumplir el Programa que el gobierno planteó al electorado, lo que reafirmaría la consolidación de la democracia.

Cuando decimos que se garantizaría la paz social, nos fundamentos en que cuando sea el pueblo que decida lo que quiere, las protestas no tendrán razón de ser.

El Nacional

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