Todas las señales que da el Partido Revolucionario Moderno (PRM) son victoriosas, a pesar de las naturales contradicciones que presenta. Las primeras se manifiestan ahora en legítimas aspiraciones a la Presidencia y a cargos congresuales y municipales. Donde no hay posibilidades de ganar, las disputas no tienen razón de ser, como sucede ahora en el viejo y desgatado PRD de Miguel Vargas.
El PRM nace –es cierto-, como un partido de masas, pero necesita organizar sus fuerzas y, en este sentido, levantar un padrón de miembros y simpatizantes, que tomará unos meses. Mientras tanto, debe asumir la realidad política a la que se enfrenta de inmediato, ante un PLD decidido a eternizarse en el poder y un PRD, aunque disminuido, sí empecinado en cerrarle el paso a Luis Abinader, a Hipólito Mejía y sus seguidores.
El retraso de la escogencia del candidato presidencial en el PRM también posterga la definición de esta fuerza para dar lugar a todo tipo de especulación en detrimento del vigoroso posicionamiento proyectado. De ahí que tanto Abinader como Mejía se vean precisados a fijar la fecha de proclama para este año, preferiblemente antes de diciembre. Los días indefinidos corren a favor de los enemigos del PRM, sin lugar a duda. Vistos estos factores, es decir, la definición del candidato presidencial y la falta de un registro de militantes como Dios manda, procede aplicar la encuesta como instrumento de consulta para determinar la simpatía, desempeño y probabilidades de triunfo en 2016 de cada aspirante. Un medio, además de razonable y oportuno, ajustado a la ley de partido que la sociedad procura como recurso idóneo para adecentar y organizar el acciones partidista en el país.
No faltan firmas acreditadas, confiables, no comprometidas con los intereses en pugna, para llevar a cabo estas encuestas y, de ser necesario, arbitrar el proceso. Es la tarea a ser acometida por la actual dirigencia del PRM, donde esta idea ha sido analizada y acogida en beneficio del PRM y los demás partidos y movimientos unidos en la Convergencia.
