Cadenas de montañas de buena altura, no son comunes en islas de mediano tamaño como es La Hispaniola. Aquí tenemos tres cordilleras, la Central la cual esta franqueada por la Meridional y la Occidental. Adicionalmente en la central está la montaña más alta del archipiélago del Caribe, el pico Duarte.
Siendo las zonas llanas niveladas las más adecuadas para cultivo y pastoreo, las montañas en el mundo se han dejado para ornamento y reservas de la naturaleza, habiéndose desarrollado en algunos sitios atractivos, como zonas de turismo.
Pero en nuestra isla con la falta que tenemos de energía y la carestía de combustibles importados, debemos ver a nuestras montañas además como un medio importante para generar energía limpia y en buena cantidad. Por supuesto cuidando de no trastornar la ecología y de ser posible mejorándola al mismo tiempo.
Las lluvias anuales en esta isla, concentradas en los meses de marzo a noviembre, dan un volumen de precipitación muy alto y si se toma en cuenta que la lluvia que cae, después de satisfacer un suelo con pendiente fuerte, escurre inmediatamente, se deduce que si no se capta en las laderas desaparecen en infiltraciones o en el mar, por lo que la búsqueda y estudios de sitios altos en que se concentren estos escurrimientos es de mucha importancia. Se pueden construir tomas o pequeñas presas en sitios adecuados con la turbina situada en un punto más bajo. Tomando en cuenta que la energía es producida aproximadamente, en la misma proporción por el caudal y por la altura, el hecho que exista desnivele en las montañas, es una ventaja adicional para estas pequeñas hidroeléctricas. Por supuesto en el contrato de su construcción habrá cláusulas para dejar el sitio ecológicamente igual o mejor que como estaba.
Otra opción para sacar energía de las montañas es el viento. Los vientos alisios que vienen del este nunca fallan fueron los que trajeron a Colon y los que acarrean los huracanes. Las montañas por su altura siempre recibirán el viento pero la tecnología actual y los artefactos de hélice que se usan no son muy adaptables a la topografía montañosa, pues requieren de un área llana y plana sin obstáculos en donde se puedan instalar un numero de torres y para aprovechar más eficiencia la tecnología a diseñado turbinas que obligan a las hélices recibir el viento de frente siempre.
Es decir, las montañas son fuente de mucha energía que no requiere compra de combustible ni producen contaminación. Con inteligencia y voluntad (más que nada voluntad) se pueden extraer muchos mega watts de ellas.
