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Enfermedad tropical ataca la piel y los huesos

Enfermedad tropical ataca  la piel y los huesos

MADRID. (elmundo.es). Hace cinco años Oriol Mitjà decidió irse a trabajar a Papúa Nueva Guinea para tratar los problemas de los que nadie habla, las enfermedades de los pobres. Allí vio una realidad: que una infección de la piel que la Organización Mundial de la Salud se había propuesto erradicar en los años 50, todavía era un mal que generaba dolor y discapacidad en muchas personas, sobre todo niños. Pensó que la terapia estaba anticuada y que, con los medios actuales, debía de haber un tratamiento más eficaz y cómodo. Apostó por un antibiótico oral y acertó. Ahora, una de las más prestigiosas revistas médicas, The New England Journal of Medicine, publica un estudio que es la primera prueba de que su idea puede servir para erradicar la enfermedad del pian en todo el mundo.

La enfermedad del pian está causada por la bacteria Treponema pallidum pertenue, que genera una infección en la piel, ulcerándola, produciendo deformaciones óseas importantes si no se trata a tiempo. La infección, muy contagiosa, está presente en 13 países con niveles muy altos de pobreza y ha causado en los últimos cuatro años unos 300.000 casos, aunque se estima que la infección está latente en un número 10 veces superior de personas que son capaces de transmitirla.

El único tratamiento que se venía utilizando era penicilina inyectable. “Cuando llegué en 2010 a Papúa, detectamos que el pian era un problema de salud pública y que el tratamiento fuera un inyectable suponía un reto porque era difícil de tratar a las personas en lugares remotos. Así que organizmos un ensayo clínico en 2012, en el que participaron 250 niños, con el que demostramos que una pastilla de azitromicina era eficaz para tratar a una persona”, explica Mitjà desde Papúa.

Posteriormente, este infectólogo y experto en Medicina Tropical, desarrolló un test rápido y cómodo para diagnosticar la infección. “Con una sola gota de sangre podíamos saber si la persona estaba afectada”, señala.

Con esas dos herramientas se fue a Ginebra y fue suficiente para que la OMS introdujera cambios en sus políticas sobre el pian. “Un comité de expertos [entre los que se encontraba Mitjà] diseño la estrategia de Morges que consistía en realizar un tratamiento masivo con una sola pastilla y una sola vez a una población y volver a los seis meses para tratar solo a aquellas personas que se hubieran escapado de la terapia inicial. El objetivo sería erradicar la enfermedad y para valorar su cumplimiento se establecieron criterios de eliminación que eran dos: reducir a cero el número de úlceras y disminuir también a cero el número de niños con serología positiva (portadores silentes)”, añade este médico.

Lo que ahora publica la revista NEJM es la prueba empírica de esa estrategia, la demostración de su eficacia y la constatación de que es posible erradicar la infección no sólo en una población sino en el mundo, objetivo que se ha marcado la OMS para 2020. El estudio publicado ahora se realizó entre abril de 2013 y mayo de 2014. Los investigadores llevaron a cabo una campaña de tratamiento masivo en 28 aldeas de la isla Lihir (Papúa Nueva Guinea), donde la infección por pian era muy elevada. Todas las personas mayores de dos meses fueron tratadas con una única dosis de azitromicina oral, alcanzando una cobertura del 84% de la población total que es de 16.092 personas. A los seis meses, los investigadores regresaron para seguir los casos de pian y tratarlos.

Los resultados, tras la finalización del estudio, muestran que la prevalencia de la enfermedad cayó del 2,4% al 0,3% a los 12 meses del inicio de la investigación. También se comprobó que el porcentaje de las personas con infección latente (portadores de la enfermedad) disminuyó del 18,3% al 6,5%. Estos resultados “ofrecen una evidencia de la eficacia de la estrategia de la OMS. Si esta estrategia tiene una eficacia similar en otras comunidades, si hay un alto grado de concienciación entre los trabajadores sanitarios y la población, y si los intereses políticos y económicos van en esta línea, el control y potencial erradicación de la enfermedad del pian puede ser asequible”, cocluyen los investigadores de este trabajo, entre los que se encuentra Pedro Alonso y cuyo principal autor es Oriol Mitjà.

El reto es grande, ya que los principales afectados se encuentran en lugares de difícil acceso, pero factible, según confirma Mitjà. Como explica este investigador, “la enfermedad empieza donde terminan las carreteras”, la poblaciones con más casos están en las islas que salpican el Pacífico (hay más de 4.000) “a las que se llega en canoa” y las de los bosques tropicales, “en Camerún y Congo”. Pero, como concluye el médico catalán, “sí es posible erradicarla porque tenemos las herramientas”.

El Nacional

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