Opinión

ENFOQUE SEMANAL

ENFOQUE SEMANAL

Como era de esperarse, las convocatorias simultáneas de sendas reuniones del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario Dominicano, hechas por los cabecillas de las dos facciones en que está escindida  la organización fundada en 1939 en el suburbio de Marianao, en La Habana, Cuba, tuvo  como resultado final la escisión definitiva de  la entidad, porque ninguno de los dos caudillos de opereta en que se encuentra dividida la entidad, quiere dar su brazo a torcer.

En el 2004 Hipólito Mejía fracasó en su ridículo intento de reelegirse en la Presidencia de la República,  luego de que la crisis bancaria que su gobierno no supo o no quiso atajar a tiempo, hundió al pueblo dominicano en la peor crisis financiera de su historia,  y en el 2010 volvió a perder en otro intento fallido de alcanzar la Jefatura del Estado, esta vez a manos del licenciado Danilo Medina.

A su vez el ingeniero Vargas Maldonado fue derrotado por el doctor Leonel Fernández en su intento de alcanzar el poder en el 2008 y en el 2012 no pudo ni siquiera alcanzar la candidatura presidencial perredeísta, por lo que consideró malas mañas del ingeniero Hipólito Mejía.

Para el 2016 al PRD no lo  salvará de otra aplastante derrota electoral ni el médico chino, como dice el refrán popular, porque el Partido de la Liberación Dominicana seguirá  fortaleciéndose en su interés de dirigir por varias décadas o lustros los destinos patrios, como vaticinó el ex Presidente Leonel Fernández, y porque  las cosas han llegado tan lejos que  ya Hipólito y Vargas Maldonado no se toman juntos ni un mabí seibano.

Lo que ha surgido de esta crisis perredeísta, que fue antecedida por otras, ya que el PRD cuando no está sufriendo una división, desde los tiempos del profesor Juan Bosch y el profesor Buenaventura Féliz, después de la escogencia de los candidatos Presidencial y Vicepresidencial para las elecciones del 20 de  diciembre del 1962, la anda buscando, con el agravante de lo que ha surgido es una mezcla de maco y cacata, con cada quién por su lado, pretendiendo tomar en sus manos la máxima dirección del Jacho Prendío, cosa que no están dispuestos a aceptar ni Hipólito ni Miguel.

Cosa que es una verdadera lástima porque la democracia necesita de partidos políticos fuertes y en la actualidad el PRD no es ni siquiera una caricatura de lo que antaño fue, por falta de un líder auténtico como el doctor José Francisco Peña Gómez

Y hasta el próximo Domingo, con más Jerez y más Whisky.

El Nacional

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