Un funcionario al Servicio del Presidente y del País
El ahorro en el manejo de los fondos, públicos o privados, es la forma idónea de mantener el equilibrio entre los ingresos y los gastos, aunque en el mundo de, hoy el crédito es prácticamente la forma más común de manejo del dinero, como lo demuestran los millones de tarjetas que circulan a nivel global, o la forma de adquirir vehículos de motor con hasta seis años de plazo.
Sin contar de que además de la banca comercial, que se han convertido en auténticas máquinas de prestar dinero, existen organismos multilaterales de crédito, como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo, aparte de los organismos con esos mismos fines en los cinco continentes del planeta, por lo cual no exageramos si decimos que no hay una sola nación del mundo que no tengan una cuenta pendiente.
Lo anterior lo traemos a colación ante el plan de austeridad que ha puesto en vigencia el Presidente Danilo Medina, al través de la llamada Cuenta Unica, donde ya no existen decenas de presupuestos individuales, cada uno manejado al antojo o conveniencia del jefe de cada dependencia, como quedó demostrado especialmente en este recién pasado diciembre, donde no hubo el acostumbrado derroche de canastas navideñas, ni las suntuosas fiestas con que cada dependencia oficial celebraba, por su cuenta y estilo, la tradicional festividad, aunque más de un millón de familias pobres recibió el tradicional obsequio de una caja llena de alimentos.
Y al frente del control de esta Cuenta Unica, donde no se permiten desvíos antojadizos de fondos, está el Ministro Administrativo de la Presidencia, un hombre que contaba con la amistad y la confianza del licenciado Danilo Medina, desde antes de este ocupar la Jefatura del Estado, y quién se ocupa del manejo de los fondos asignados a la Presidencia de la República, con una exactitud y pulcritud de un reloj suizo de marca, y por eso acompaña al Jefe del Estado en sus desplazamientos al anterior para asegurar que las promesas del Presidente se conviertan en realidad, ya se trate de pequeños créditos bancarios, fondos destinados a pequeñas obras o financiamientos concedidos a la micro, pequeña y mediana empresa.
El único norte del licenciado Peralta es servirle con absoluta pulcritud a su amigo el Primer Mandatario y contribuir al éxito de su gestión para beneficio de todos los hijos de esta tierra.
Ahora cada dependencia ha dejado de inventar gastos, especialmente en compras no prioritarias o previamente autorizadas, son pena de arriesgarse a las sanciones que le pueda acarrear su inconducta, porque en la secretaría Administrativa de la Presidencia hay una autoridad a la que nada se le escapa, a semejanza del mitológico Argos que inventaron los griegos.
La moral y la transparencia es ahora la forma en que obligatoriamente tiene que dirigir su gestión cualquier depositario de fondos públicos, antes de hacer una inversión de la cual tiene, tarde o temprano que rendir rigurosa cuenta, porque para bien de la administración pública, las cosas han dado un giro de cien por ciento, para que cada centavo invertido corresponda a una auténtica necesidad de la administración del Estado, cosa que decimos porque estamos absolutamente convencido de ello, y así nos complacemos en dejarlo aquí consignado..
Y hasta el próximo domingo, con mas Jerez y mas Whisky.
