Opinión

Enfoque semanal

Enfoque semanal

Para mí constituye una altísima satisfacción reiniciar mi columna Enfoque Semanal, donde vio la luz pública por primera vez en el mes de julio del 1977, después de un breve interregno, por una gentil condescendencia del atildado director, el veterano periodista Radhamés Gómez Pepín, con la solemne promesa de estar con mis consuetudinarios lectores cada domingo, por lo que de inmediato pasamos a tratar un tema de palpitante actualidad.

Es cierto que nuestra educación presenta múltiples fallas, desde falta de aulas y escuelas, material didáctico, laboratorios de informática y maestros  bien preparados, así como programas educativos a tono con los tiempos de las globalización mundial.

Para corregir esas fallas y luego de años de esperas y de luchas, por fin se logró, en la administración del presidente Danilo Medina y por primera vez en una historia que data desde   hace casi 20 años, dedicar a la enseñanza  el 4% del Producto Interno Bruto.

Nadie discute el derecho de nuestros muy mal pagados  maestros públicos a un aumento salarial, pero esto no quiere decir que el mismo deba ser de un cien por ciento, como sueñan algunos afiebrados dirigentes de la Asociación Dominicana de Profesores, porque esto sería abrir una cascada que abarcaría a los médicos de  los hospitales públicos,  profesionales agrícolas, policías y militares, etc, etc, como ya está comenzando a manifestarse.

La puerta de los aumentos salariales en la administración  pública no puede abrirse de golpe y porrazo, sino poco a poco, como ha propuesto la eficiente y consagrada Ministra de Educación, licenciada Josefina Pimentel, hasta  lograr, a la vuelta de dos o tres años, el anhelado cien por ciento, de acuerdo con la capacitación, los logros académicos y otros méritos a ser tomados en cuenta.

Por eso creemos firmemente que una comisión integrada por la propia titular de Educación, nuestro infatigable mediador por excelencia, monseñor Agripino Núñez Collado y el propio secretario general de la ADP, licenciado Hiraldo, deben reunirse y acordar de una vez por todas el asunto del aumento magisterial, para pasar vuelta a esa página, y abocarnos a otros asuntos tan trascendentales.

No es posible que el promedio de puntuación de nuestros alumnos oscile entre un 64 puntos en el nivel medio  y un 59% en el básico, como acaba de demostrar una encuesta en la Regional Educativa 15, que abarca  las zonas norte, sur y  oeste de la provincia de Santo Domingo.

El atraso de casi un siglo que presenta nuestro sistema educativo no puede subsanarse de golpe y porrazo, como pretenden algunas mentes afiebradas,

Como dice el refrán popular, vistamonos al paso, que vamos de pronto, porque   el 4% del PIB no es la solución definitiva a todos nuestros males en este importante campo.

El Nacional

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