¿Qué Pasa?

Entre cielo y tierra

Entre cielo y tierra

Recorrido por el Sena

París, Francia.- Todo comenzó teniendo de fondo la majestuosa Torre Eiffel con sus brillantes luces. Desde sus cercanías iniciamos la travesía por gran parte de París mientras disfrutábamos de una romántica cena a bordo de un barco por el Río Sena. Ahora entiendo porque dicen que París es la ciudad del amor. Muchos elementos la hacen merecedora de ese nombre. Era misión imposible poder disfrutar de todos los paisajes y grandes edificaciones de la derecha sin perder muchos detalles de los monumentos y  todo lo que se nos presentaba a la izquierda. Las preguntas eran muchas y las explicaciones extensas. Tantos siglos de historia hacen difícil sintetizar los detalles de los museos, los puentes, las iglesias, las esculturas y todos los elementos arquitectónicos de La Capital francesa. Todo lo queríamos fotografiar y de todo queríamos saber.

Compartíamos El Sena con otras embarcaciones con diversas ofertas. Muchas permanecen allí ancladas para servir de escenario con vista al río para discotecas, restaurantes, centros de eventos y otras atracciones que muy bien aprovechan turistas y parisinos.

Fue justo a las 9:45 que un grupo de diferentes edades y nacionalidades abordamos la embarcación. Valió la pena aguantar un poco de frío antes de que nos dieran el aviso de entrada. Fue la oportunidad idónea para aprovechar y hacernos la foto representativa de París junto a la Torre Eiffel. Ya dentro todo nos pareció más bello, aunque solo lo viéramos de lejos, Incluso muchos detalles que ya habíamos conocido. Hasta los árboles desnudos de verde por el invierno, las calles, los carros con prisa y nosotros despacio y las viviendas con vista al Sena a las que parecería que le robaríamos la intimidad, pero no, solo lográbamos ver algunos elementos decorativos que dan detalles de la cultura francesa.

Mientras degustábamos el aperitivo, las entradas y todas las delicias de la famosa cocina francesa, cruzamos por los Jardines de la Tullerías, las cercanías de Los Campos Elíseos con su Arco del triunfo, por el Museo Orsay, la Plaza de la Concordia, la Biblioteca Nacional y muchas otras atracciones arquitectónicas de esta famosa ciudad europea.

Fue un paseo que siempre habíamos querido hacer. Fueron dos horas que nos parecieron muy cortas para tanto. Buena excusa para sentir la necesidad de volver a este recorrido y retomar los detalles que no pudimos explorar. Nos inspira un próximo recorrido de día y en el verano en una embarcación al aire libre para evitar el embelezo que nos provocó la belleza de una noche tan armónica que nos hacia sentir como en sueños. En aquella noche como en muchas otras, allí en El Sena se han hecho grandes celebraciones como aniversarios, compromisos, reconciliaciones. Yo puedo contar como testigo Entre el cielo y la tierra.

marilei@hotmail.com

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