Volvimos a recorrer La Capital de la Madre patria con el mismo entusiasmo de la primera vez. comenzamos en La Cibeles, famosa fuente en la que se bañan los madrileños cuando ganan en el fútbol. Desde ahí caminamos por el Paseo del Prado, donde se dice se encuentra la mayor concentración de arte del mundo. Allí están muy cerca entre si tres importantes museos: El Prado, El Thyssen y el Reina Sofía.

Nuestra primera parada fue en el Museo del Prado donde nos encontramos con filas muy largas y no es para menos, este espacio está considerado como uno de los museos de pintura más importantes del mundo.

En nuestro recorrido nos maravillamos de la arquitectura española, pero más de sus calles y sus paseos con jardinerías muy bien cuidadas y áreas verdes llenas de flores, esculturas y fuentes.

A lo lejos vimos la emblemática Puerta de Alcalá. Nos acercamos y desde sus arcos vimos el Parque del Buen Retiro, amplísima área verde donde hemos disfrutado de conciertos y muchas otras actividades artísticas.

En nuestro paseo no podía faltar una entrada a la Plaza Mayor, tampoco el Palacio Real ni la Plaza España, donde nos fotografiamos con Don Quijote y Sancho Panza y con un artista que guitarra en mano ofrecía su arte.

Hicimos una caminata por la Gran Vía y una paradita en la Puerta del Sol. Estos dos últimos son de los lugares más frecuentados de esta ciudad que siempre tiene sus calles y plazas llenas de gente y sus terrazas y bares con muy buen ambiente de noche y de día.

Las copas, las tapas y toda la riqueza culinaria española es solo una excusa. La capital de España es una de las ciudades más animadas de Europa.

Nueva vez nos quedamos por más. Visitar Madrid es dar un paseo en el que te encuentras con el arte, la historia, la naturaleza y el ánimo de tanta gente que hace de esta urbe una ciudad que poco duerme. Una ciudad en la que tanto se disfruta de buen ambiente como de una buena actividad cultural.