¿Qué Pasa?

Entre el cielo y LA tierra

Entre el cielo y LA tierra

Mary Leisy Hernandez

 

En los cerros de Caracas

Caracas. Venezuela. Violando todas las recomendaciones subí a los cerros de Caracas para visitar a unos primos que tienen más de media vida viviendo en tierra bolivariana.

Acompañaba a mi esposo en una misión de trabajo a Venezuela. Llegamos al aeropuerto al atardecer y de camino al hotel nos hicieron diversas recomendaciones de seguridad. Nos recomendaron que nos quedaramos a cenar en el mismo hotel y evitáramos salir sin acompañante. Un poco por cansancio y otro por estar recien llegados hicimos caso, pero me sentí medio estraña de llegar a una ciudad y estar limitada de recorrerla.

Al día siguiente una compañera de trabajo de mi esposo nos recogió para llevarnos a conocer lugares emblemáticos de los alrededores de Caracas y así cada día siempre acompañada de choferes, de compañeros de la Delegación Europea o amigos de la Embajada Dominicana. Pero el tercer día todo fue distinto, me recorrieron mis primas domínico-venezolanas y todo cambió.

Atendiendo a mi petición tomamos el transporte colectivo y nos fuimos a caminar al Chacao, entramos a tiendas, comimos en un restaurante popular y merendamos la comida típica que venden en los puestos callejeros. Hice con ellos lo que hace el gran porcentaje de la gente de Caracas.

Al atardecer tomamos el metro y nos fuimos a su casa en Petares, el barrio más populoso de Caracas. Considerado también como el más violento. Me asusté un poquito cuando ví aquel tumulto de gente mientras esperámos un taxi para subir al cerro, pero cuando logramos llegar a la casa y me encontré con todos mis primos todo lo olvidé. Disfruté de estar en familia en Caracas y de vivir como viven ellos y muchos otros dominicanos que emigraron en otros tiempos.

El Nacional

La Voz de Todos