¿Qué Pasa?

Entre el cielo y tierra

Entre el cielo y tierra

Volver a América

 

Brasilia, Brasil. Volver a vivir a América es acercarme a mis raíces. Es sentirme más cerca de los míos luego de varios años viviendo en el viejo continente con un clima muy diferente al de mi patria y con gente que siente y piensa diferente a mi.

Venir a vivir a América del Sur es como volver de nuevo a mi mundo. No importa que nos separen otros mares y que igual sean miles de kilómetros para llegar a mi casa materna. No se compara a vivir en Europa, aunque desde mi nueva morada tenga que hacer varias escalas con paradas en Panamá, Lima u otras ciudades de América.

Venir a vivir a Brasil es como sentirme en la antesala de mi patria, no importa que el idioma no sea español, igual me entienden y entiendo con mi limitado portuñol. Igual aprender otras lenguas se ha convertido en parte de mi mundo y he descubierto que siempre es fácil entienderse cuando se quiere compatir con la gente.

Estar en Brasilia es estar en una de las ciudades más suigeneris del mundo. Poco que ver con otras ciudades de América en cuanto a su estructura como nueva capital y ciudad relativamente recién creada, pero igual aquí vive gente que se parece a mi gente y no solo físicamente. Acá como en Dominicana cualquiera te llama con una expresión de cariño sin conocerte y cualquiera se rie y bromea contigo aunque tenga sin resolver gran parte de los problemas que por lo general tienen resueltos todos los ciudadanos de Europa.

Caminar por esta ciudad es sentir que camino por mi América. El clima, el sol, la música, el ambiente. Es cierto que no tengo la seguridad que tengo en la mayoría de ciudades de Europa, que el orden no alcanza a parecerse al de la ciudad en que viví en el viejo continente. Igual estoy felíz de volver a “mi patria grande”, de saber que las diferencias horarias me facilitan la vida para estar más en contacto con mi familia y mi gente.

Ahora que me toca vivir en este interesante país me siento feliz. Nuevas historias comienzan y siento que con la samba y otros ritmos brasileños estaré más cerca del merengue y otros colores, olores y sabores tropicales.

El Nacional

La Voz de Todos