Dos primaveras
Brasilia, Brasil.- Ayer desperté temprano para disfrutar al máximo el inicio de mi segunda primavera del 2014. Me tocará vivir un año de dos primaveras, dos veranos y dos temporadas de mango, gracias a nuestra mudanza al hemisferio sur de América. Es mi primera vez en esta otra mitad del globo terráqueo ubicado al sur de la línea del ecuador. Mi primera vez viviendo estaciones inversas con una navidad en verano que espero aprovechar en las playas de Río de Janeiro. Me preparo para disfrutar de su famosa fiesta de blanco en año nuevo en la que siguiendo una vieja tradición todos lanzan flores al mar para Yemayá.
A mi que en estos últimos años me tocó vivir en Europa primaveras tardías, veranos lluviosos, fríos otoños y largos inviernos de fuertes abrigos, ahora me siento recompensada con este regalo de vivir dos primaveras y dos veranos en un mismo año. Yo que siempre disfruto en toda su magnitud todos los recursos que la vida pone a mi disposición, con la gracia de Dios aprovecharé la cercanía y estaré en Argentina, Uruguay, Chile y otros países de América ubicados en este otro hemisferio, para poder contar mis historias sobre las diferencias climáticas y culturales de estos países con relación a la parte de América en la que me tocó nacer y crecer. Disfruto plenamente estos interesantes procesos climáticos totalmente nuevos para mi.
Nos tocó llegar a Brasilía en los últimos días de seca como para darnos la oportunidad de contemplar de todo el proceso de floración. De ver como las áreas verdes se comienzan a ponen muy verdes y como los árboles comienzan a sacar poco a poco sus flores. A mi que me gusta tanto el mango, me tocó llegar al paraíso de los mangos. Las amplias áreas verdes de Brasilia están llenas de estos árboles con sus frutos aún verdes lo que me indica que este año me daré un segundo banquete de mango, de flores y de todo lo bueno de esta nueva primavera en el hemisferio sur.
