Mis trenzas de negra
Brasilia, Brasil.- Que me perdonen los racistas, pero en mi último viaje a Europa fui a al barrio africano de Bruselas y pedí a unas chicas de Camerún que me hicieran trenzas en el pelo. Con ellas hice un recorrido por media Europa y me acomodaron muy bien.
Que me perdonen de nuevo, y ahora también pido perdón a los convencionales, a los que siguen al pie de la letra todos los patrones de lo que debe ser una mujer bien puesta, pero para festejar mi primer cumpleaños en el hemisferio sur volví a ponerme trenzas. En esta ocasión fue en una peluquería afro de Brasilia y quienes me las hicieron fueron unas chicas de la parte más negra de Brasil. Peluqueras del nordeste.
Que me perdonen muchos de mis compatriotas dominicanos, pero voy pronto para mi país y llegaré con trenzas de negra. Probablemente en algunos lugares me impedirán la entrada y se que en otros me dejarán entrar pero no con gusto. Ya me pasó una vez viviendo en mi país y los recuerdos no son muy gratos. Un familiar cercano me dijo cosas que no quise responder y un vecino que encontré en el ascensor de donde vivía me habló y me miró como si tuviera una enfermedad transmisiva.
Muy pocas veces viviendo en dominicana me atreví a usar trenzas, ahora que vivo lejos las uso con libertad y con ellas he recorrido medio mundo. Con trenzas estuve en Londres, en París, en Madrid, en Lisboa y en muchas otras importantes capitales del mundo. Con trenzas estoy en la foto de mi residencia europea y en la primera visa francesa. No creo que pueda usarla en mi país si tengo que fotografiarme para un documento importante. Ya algunos amigos que usan las trenzas como un estilo me contaron que han tenido serios problemas.
Ahora que no soy tan joven decidí complacerme más, ser más yo y hacerle menos caso a patrones absurdos impuestos por razones absurdas. No me importará lo que me digan. En los pocos o muchos años que me quedan me propuse ser más feliz, más libre y auténtica. Amo llevar mi pelo rizo, amo como me quedan las trenzas. Mis eternas excusas a quienes no les parece.
