Primada de América?
Brasilia, Brasil. Si la ciudad primada de América fuera La Habana, de seguro las cosas fueran distintas. De haber sido San Juan, Montevideo o Buenos Aires la historia fuera otra. Ya me imagino yo a los argentinos enorgullecidos resaltando en todos lados ser los primeros en dar a América una majestuosa catedral o tener el primer castillo del continente.
Me imagino a los cubanos con todo y su comunismo, sacando partido turístico de ese recurso, y a los uruguayos cuidando más que a muchas cosas ese potencial.
Pero la tierra escogida fue Dominicana, a los que nos tocó la distinción fue a los dominicanos y yo me pregunto: ¿De qué nos ha servido?
La semana pasada mi sobrino estuvo en Brasilia participando en una formación.
Allí había gente de Colombia, España, Venezuela, Brasil, México y muchos otros países latinos. Mi sobrino enorgullecido hablaba de nuestro país resaltando lo mejor. Cuando dijo que venía de la ciudad primada de América todos lo miraron sorprendidos y con cara de incredulidad.
Lo acusaron de presumido y hasta se burlaron.
Yo cuando lo supe sentí rabia y vergüenza.
¿Qué hemos hecho con este título? Nuestros primeros hombres fueron esclavizados y exterminados.
500 años después en nuestro país celebramos con millones lo que algunos historiadores consideran el descubrimiento de América.
Se hizo un monumento a Cristóbal Colón y de nuestros primeros pobladores nada se dijo. Se jugó a que no existieron y la iglesia católica estuvo en el juego.
¿Cómo hemos capitalizado ese dato histórico que tantas muertes nos costó? Nuestra zona colonial fue declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad y me sorprende que tal distinción aún se mantenga.
Transformaron la esencia de uno de los más importantes monumentos, hemos tenido muchas veces muy descuidada la zona y en eso la Unesco tiene sus reglas. Si yo fuera ministra de Turismo la zona colonial fuera mi niña linda y lo de primada de América lo explotara turísticamente como explotaron los españoles nuestras riquezas en tiempos de la colonización.