Teatro en el Bar
Sao Paolo, Brasil.- Esa noche yo tambiên hice teatro en un bar del centro de la ciudad de lSao Paolo. Yo me subî en una silla a danzar al igual que otros del pûblico que presenciamos la interesante pieza.

Era un bar en los alrededores de la Plaza Roosevelt, una plaza llena de teatros alternativos, de bares, de gente que tiene aspecto de amar la libertad, gente con vestimenta fuera de lo comun, medio hippie.

Buscâbamos un bar donde pudiêramos tomarnos una caipirinha y comer algo y sorpresivamente nos encontramos el espectâculo teatral: Mûsica en vivo, pantallas gigante y aquella locura de no saber quien era actor o quien era parte del pûblico.

La obra contaba historias sobre el campesino brasileno y la contaba de una manera muy especial. De la mesa de al lado se parô una actriz que hasta el momento no sabîamos que era actriz y se uniô a otros actores que ocupaban tambiên diferentes mesas como si fueran parte del pûblico y no parte de la obra.

El camerino era parte de la escenografîa y en el mismo escenario una de las actrices se vistiô de novia y micrôfono en manos saliô a la calle a seguir con su actuaciôn como si quisiera tambiên integrar a su espectâculo a todos los que por ahî pasaban.

De pronto el pûblico de afuera fue casi tan numeroso como el de adentro y yo me quedê tan admirada de las inagotables formas de hacer teatro y de los cientos de recursos que caben en esta manera de hacer arte y de transmitir mensajes.

Cuando la obra terminô no pude evitarlo, me acerquê a los actores a conversar y me diô mucha satisfacciôn saber que la obra ya habîa sido presentada en diversos bares de campos brasilenos de manera gratuita con los auspicios del Ministerio de Cultura de la ciudad de Campina. Me alegrô mucho saber que campesinos tambiên tuvieron acceso a esa manera tan creativa, integradora y divertida de hacer arte.