¿Qué Pasa?

Entre el cielo y tierra

Entre el cielo y tierra

Mary Leisy Hernandez

Los mangos de mi patio
Brasilia. Brasil. Mendigos, diplomáticos, vecinos de paredes altas y caminantes desconocidos ya comieron de los mangos de mi patio de Brasil. Cada día salgo cargada y los ofrezco a todo el que encuentro en mi camino. La historia fuera otra si mis matas de mango fueran en un patio de mi patria Dominicana. De seguro no alcanzarían para repartir entre gente tan diversa, apenas alcanzaría para los familiares y un pequeño puñado de mi montón de amigos.

Cada mañana recojo los mangos por pena a que se pierdan todos y los ofrezco a quienes encuentro por mi camino. Ya toque casa por casa para ofrecer a cada uno de los cercanos vecinos y alegre las caras de los que encuentro martelando en las áreas fructíferas de las calles de Brasilia.

Cuanto me encantaría también compartir estos deliciosos mangos brasilenos con mis hermanos, vecinos y amigos dominicanos. Mas de la mitad se pierde o se lo comen los pajaros. La otra parte la distribuyó de muchas maneras. Una parte la congeló y la conservo para seguir consumiendo la frutas durante todo el año, hasta que vuelva de nuevo a ser noviembre y diciembre, y sea de nuevo tiempos de mango en Brasil.

Mis mangos ya han viajado por varias partes del mundo. Los he llevado a amigos parisinos, a mi gente de Bruselas, a mi familia alemana y hasta a mi tropical tierra dominicana los he llevado hechos mermelada.

En Brasilia mucha gente pobre y rica tiene matas de mango en su casa. Lo raro es que una casa de patio grande no tenga. Por eso, muchas veces tengo que ofrecer los mismos mangos a varias personas hasta que encuentre el que no tenga. Igual, en las grandes avenidas existen áreas que fueron planeadas y construidas para que todo el pueblo pueda tener acceso a las frutas. Es muy típico ver grupos o personas individuales recogiendo mangos en áreas verdes en pleno centro de la ciudad.

Extrañaré muchas cosas cuando me vaya de esta tierra que hoy me cobija, entre ellas Ser inolvidable esta historia de repartir entre conocidos y desconocidos los mangos de mi amado patio de Brasil.

El Nacional

La Voz de Todos