¿Qué Pasa?

Entre el cielo y tierra

Entre el cielo y tierra

Mary Leisy Hernández

Año Nuevo en París
París, Francia.- Los últimos días del recién pasado año estuvimos en París, donde disfrutamos de la ciudad de las luces aún con más luces, con el brillo y el ambiente de la navidad. Estando en París, la noche del cañonazo quisimos llegar a las proximidades de la Torre Eiffel y al área de celebraciones como lo hacen miles de turistas cada año.
Imaginamos que la zona tendría mucho ambiente.

Para esperar el año, estuvimos bailando en una fiesta entre amigos franceses con los que ya nos habíamos reunido muchas veces para la ocasión en diferentes regiones de Francia. Estando en París, luego de cenar y ver llegar la media noche con un brindis de champagne, tomamos rumbo al centro con la idea de seguir la fiesta.

Salimos antes de la 1:00 de la madrugada y el GPS marcaba que llegaríamos en menos de 30 minutos, pero en París hasta los pequeños trayectos se pueden hacer muy largos y llegamos al pié de la torre después de las dos.

Nos sorprendió que cuando llegamos encontramos parqueos tan fácil en una zona en la que se puede perder cerca de una hora para estacionarse. Lo de policias por todas partes no nos sorprendió, en todo París cambiaron mucho las cosas luego de los atentados terroristas y se ven muchos militares en las calles, los metros, aeropuertos y otros espacios, sobre todo donde se aglomera gente.

No alcanzaba a ver la famosa e iluminada torre que por lo general se mira desde muchos puntos de París, pero como estaba concentrada conduciendo, pensé que ya pronto me sorprendería desde algún punto.

Tremenda decepción, el GPS me avisó que ya estaba en la Torre Eiffel y vi toda aquella monstruosa estructura de hierro oscura y solitaria. Solo en aquel momento me di cuenta que es muy distinto el invierno de Cotuí al de París, que no estaba en un país tropical y que no es fácil permanecer en pie hasta altas horas de la noche con temperaturas bajo cero grado. Aun para hacer fiesta es difícil amanecer en la calle con tanto frío.

El Nacional

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