Jugando al buen teatro
Brasilia. Brasil. Sin ser actores ni directores de formación, un grupo de expatriados en Brasil puso toda su profesionalidad y experiencia en diversas áreas al servicio del teatro y el arte. Los resultados fueron maravillosos y se manifestaron este fin de semana con tres funciones a casa llena en el Instituto Cervantes de Brasilia. Se presentó la obra ¡Que viene mi marido! Escrita en 1918 por el dramaturgo español Carlos Arniches.

Tuve la dicha de ser invitada a ser parte de ese interesante elenco haciendo de vecina chismosa y la experiencia fue muy emocionante e enriquecedora. Una vivencia inolvidable que agradezco. No sé qué es lo más interesante, sí el proceso o el resultado final.

Ambos tienen sus grandes encantos y sus grandes recompensas. Fue un trabajo de constancia y perseverancia que duró muchos meses y que se hizo con la seriedad que amerita el teatro y el público.

Estar en ese elenco fue la oportunidad de conocer gente interesante, de descubrir y explotar áreas nuevas, de enriquecerse con todos los recursos que se involucran en esta amplia vertiente del arte: expresión, vestuario, maquillaje, escenografía, producción, dirección, música, en fin.

El montaje es del Instituto Cervantes, institución que promueve el idioma español en todo el mundo a través de la enseñanza y de actividades culturales. Como en los grandes montajes, un amplio equipo técnico intervino y todo fue el resultado de un trabajo desinteresado y en equipo, en el que cada profesional se pone a disposición según sus intereses y capacidades.

La dirección fue de Carmen Rodríguez Alfageme y la producción de Rosa Sánchez-Cascado. En el vestuario, maquillaje, escenografía y otros aspectos todos colaboramos de una manera u otra aportando ideas, piezas y trabajo, aunque igual, cada uno tenía su función establecida.

La iniciativa del montaje no es nueva, el elenco se hace llamar Compañía Lago Paranoa y ya ha presentado varias obras con los mismos criterios y con el mismo éxito. Buena parte del grupo es español y ya muchos se muestran experimentados gracias a jugar seriamente a hacer teatro. Yo quedé enganchada y espero que sea apenas mi inicio en este apasionante mundo de las tablas.