¿Qué Pasa?

Entre el cielo y tierra

Entre el cielo y tierra

Mary Leisy Hernandez

¿Calles sin limpiavidrios?

Brasilia, Brasil. Los limpiavidrios son parte del paisaje de las más importantes esquinas de la capital dominicana. Son estampas de países pobres como el nuestro, de naciones con grandes diferencias sociales entre los muy ricos y los más pobres.

Muchas preguntas precisan respuestas: Quienes son los limpiavidrios dominicanos. De donde vienen, qué ganan, que hacen con sus ganancias y sobre todo, qué harán cuando ya no estén limpiando en las esquinas.

Todas estas preguntas deben tener respuestas antes de disponer que se retiren de las calles. Sino, correremos el riesgo, de que algunos de esos que hoy limpian vidrios, mañana entren sin permiso a nuestras casas y nos limpien nuestros closeths y otras partes de nuestras viviendas y negocios.

Por lo general todos tenemos alguna historia con los limpiavidrios de las calles dominicanas, algún recuerdo que nos marcó. A mí nunca se me borró de la mente aquel chico que frecuentaba la 27 de Febrero con Lincoln y que reaccionó con mucha ira cuando le pedí no limpiar el cristal de mi carro recién lavado. Golpeó el frente de mi vehículo y quedé paralizada.

Es un chico moreno que siempre estaba ahí. No sé si aún está. Recuerdo muy bien que cada vez que me lo encontraba me daba terror. No sé qué tanto han cambiado las cosas con los limpiavidrios dominicanos. Si alguno amable se habrá integrado al repertorio, alguno que sonrientemente te ofrezca sus servicios. Siempre existe de todo en la viña del señor pero a mí aquel grosero muchacho me dejó un sabor muy amargo y si alguno me sonrió alguna vez no lo recuerdo, no lo vi.

No sé cuál es la realidad de los limpiavidrios en otros países. Si son tan agresivos y peligrosos como por lo general son en Dominicana. Esperemos que algo se logre con los intentos que hacen organismos de Santo Domingo y Santiago. Si no consiguen eliminar este oficio, por lo menos que consigan cierto control para que estos trabajadores informales respeten el derecho que tiene todo ciudadano de transitar tranquilamente y de decidir qué hacer con su carro y sus pertenencias.

El Nacional

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