¿Qué Pasa?

Entre el Cielo y Tierra

Entre el Cielo y Tierra

Bruselas, Bélgica.- Soy de un país donde todo es “a según”  y de golpe me ha tocado vivir en una cultura donde todo está previamente calculado y establecido. En asuntos de comida me ha costado adaptarme al “cuantos somos y “a cuantos tocamos” que mucho usan los europeos y a la idea de calcular 100 gramos por persona a la hora de comer y cocinar. Yo veía que mi madre echaba comida hasta que cabía en el caldero y que en la mesa cada quién comía hasta que se le llenara el buche.

He tenido más de un problema por dicho motivo. El más reciente con el esposo francés quien en los años que vivió en Dominicana no logró comprender como sale bien el dominicano haciendo las cosas al ojo por ciento. La discusión fue mientras hacíamos un “cocinao” colectivo con un grupo de amigos franceses. Yo llevaba el timón en la preparación de unos tacos y debía decirle la receta para que él preparara un guacamole. Como buena dominicana le indiqué los ingredientes y le dije el estimado que echara de cada cosa hasta que estuviera bueno. Así vi que cocinaban mientras crecí, con la expresión “Probando es que se guisa”, pero resulta que el esperaba que le dijera cuantos gramos de cebolla para cuantos gramos de aguacate. A mí se me subió a la cabeza el dominicano:

Le dije que en mi país muy poco se habla de  gramos y la balanza que tenía en mi  cocina era un objeto de lujo. Luego de discutir un poco tuve que darle la razón, a los dominicanos nos sale bien sin medida, pero eso no es fácil para un europeo que siempre ha calculado cada gramo de su vida, siempre pensando en lograr lo preciso sin desperdicio ni calorías de más.

Durante varios años trabajé como conductora de televisión en un programa de cocina donde debía leer las recetas que preparaban los chefs invitados, así aprendí cientos de platillos de diferentes culturas, pero siempre los he preparado con cálculos estimados, a menos que se trate un plato gourmet.

Ahora debo escoger, o seguir a la dominicana o ajustarme a la cultura que me ha abierto sus puertas. Creo que voy a tomar de cada una lo que más me convenga,  ni tan medido ni tan “a lo que salga”, todo será “A según sea”.

 

El Nacional

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