¿Qué Pasa?

Entre el Cielo y Tierra

Entre el Cielo y Tierra

Alost, Bélgica.- Fue una sensación particularmente extraña disfrutar por primera vez del carnaval con un frío bajo cero grados. Yo, que en Santo Domingo,  La Vega, Cotuí  y otros pueblo de mi cálida Quisqueya, sudaba gotas gordas bailando en la calle en tiempos de carnaval, este año lo viví el forrada y no precisamente con un disfraz: con guantes, abrigos y todo lo que me permitiera conocer y disfrutar sin morirme en el intento.

Hicimos un recorrido por un par de ciudades de Bélgica para conocer otras maneras de celebrar el carnaval. Estuvimos en los carnavales de las ciudades de Alost y Binche, dos carnavales reconocidos por la Unesco como obras intangibles de la Humanidad.

El carnaval de Alost, con más de 600 años de tradición, cuenta con todo un largo programa de actividades que concluyen los tres días que preceden el inicio de la cuaresma. Ayer nos tocó ver el desfile con majestuosas carrozas. Un colorido y un orden impecable y  sin los sobresaltos de los pelotazos de los diablos de La Vega a los que tanto tememos.

En Binche disfrutamos del primer día de lo que denominan los días grasos. Nos encontramos con una ciudad llena de lugareños y turistas que bailaban en las calles al ritmo de los instrumentos musicales de las diferentes comparsas. Allí son muy famosos personajes como Los Gilles y los Cunchus.  Al igual que en otros programas de carnavales belgas,  cada día es distinto al otro. El domingo la fiesta comenzó temprano con un desfile de trasvestidos a las 9:00 de la mañana. 

Es muy interesante ver otras  maneras de celebrar el carnaval. En toda Bélgica se celebran en fechas muy disímiles y ceremonias muy llamativas y todos con orígenes e historias muy atractivas. En la provincia de Lieja  el programa incluye excursión colectiva por los bosques para buscar la madera con que en la noche se encenderá la hoguera, mientras que en la ciudad de Namur preparan una gran tortilla colectiva con los ingredientes que aporta toda la comunidad. Ante tanta diversidad solo decir: Que vivan los carnavales del mundo.

 

El Nacional

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