Bruselas, Bélgica. Cada año en primavera la fiesta iba en grande para celebrar su cumpleaños.

Era una tradición de casi 20 años que sus hijos, nietos y relacionados esperaban. Hoy que ya no está nuestra madre físicamente con nosotros ya no hay grandes fiestas, pero si un montón de hermosos recuerdos que le dan un gran sentido a nuestras vidas.

Con emoción recuerdo su imagen de festejada con sombrero, su actitud casi infantil cada vez que llegaban los invitados con sus abrazos y muestras de cariño y ese entusiasmo con el que nos mostraba y nos compartía los regalos recibidos.

La fiesta casi siempre comenzaba con una misa.

Muchas veces no había música, ni baile, pero era una gran fiesta porque estábamos todos juntos compartiendo con alegría. Otras veces si había música y orquesta, entonces ella pedía que les cantaran sus canciones preferidas entre las que no faltaban los temas de Camboy Estévez y José Luis Perales. Cada fiesta es una hermosa historia a recordar, todas juntas un gran archivo del que puedo sacar lo que necesito para hacer que este tiempo de luto sea lo menos doloroso posible.

Hoy 15 de Abril todos celebramos el cumpleaños de nuestra madre aunque ya no esté. Sus nietos todos han colgado su foto en la internet y han escrito maravillosos mensajes que me han hecho llorar.

Yo aunque llore estoy llena de alegría y tengo muchos motivos para estarlo. Soy otra después que ella partió. Veo la vida distinta y mejor.

Ahora valoro más los buenos momentos, los familiares y los verdaderos amigos.

Ayer celebré su cumpleaños en Bruselas con una pequeña réplica de sus grandes fiestas. Invité a una misa y a un compartir y mi corazón se sintió feliz recordándola y recordando todos los hermosos momentos que vivimos. Me rió cuando recuerdo que hacía guardia para esperar las llamadas de felicitaciones y las iba numerando. Todo lo recuerdo con alegría. Estamos de fiesta aunque no esté. Feliz cumpleaños mamá.